Aun con los altos niveles de inflación y presiones por Covid-19, Citibanamex prevé que la economía mexicana continuará bajo una senda de crecimiento durante la segunda mitad del año.
“Nosotros mantenemos una expectativa de que no hay un escenario de una recesión inminente. Pensando sobre todo en 2022, vimos de hecho que las cifras de crecimiento económico del primer semestre del año fueron más favorables de lo que esperaba el consenso, de lo que esperábamos nosotros también”, dijo el economista en jefe del banco, Adrián de la Garza.
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Para finales de 2022, apuntó, el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá 2.1 por ciento, aunque para 2023 habrá una expansión de apenas 1.2 por ciento.
“(El pronóstico) no implica una recesión, a pesar de que en Estados Unidos si la estamos viendo hacia finales de 2023, que en todo caso sería leve y de poca duración”, subrayó el especialista en reunión con medios de comunicación.
Adrián de la Garza detalló que “hay una luz al final del túnel” respecto a las presiones inflacionarias, pues se espera que este indicador tenga su pico en agosto y posteriormente vaya a la baja para culminar 2022 en 7.7 por ciento.
Al cierre de julio, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que la inflación general anual en el país fue de 8.15 por ciento, la más alta en los últimos 22 años.
Las proyecciones del Banco de México (Banxico) apuntan a que será en 2023 cuando este indicador estará en el rango objetivo, que va del dos al cuatro por ciento, mientras que será hasta 2024 cuando llegará a la meta puntual de tres por ciento.
México puede asumir costos de disputa energética en T-MEC
El directivo de Citibanamex consideró que las disputas energéticas bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) serán algo que marcarán el segundo semestre del año.
Sin embargo, confió que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá los recursos suficientes para afrontar dicha situación, incluyendo las posibles sanciones que pudieran presentarse.
“Son al final de cuentas costos que este gobierno está dispuesto a asumir, sobre todo pensando que electoralmente parece ser un asunto que podría serle beneficioso, dado lo que hemos visto, por ejemplo, en las encuestas donde se ve que el electorado respalda esta idea que tiene el gobierno de soberanía energética, en ese sentido sí pensamos que puede ser algo que se utilice como una herramienta política hacia 2024”, dijo el especialista.
Las sanciones económicas, explicó, podrían ser desde la imposición de aranceles, o que las calificadoras puedan reducir la nota soberana del país.