El comercio electrónico llegó debilitado al Buen Fin, pues ya desde julio y agosto el gasto de los consumidores en este canal inició su declive.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que en agosto, las ventas en línea y a través de catálogos al menudeo registraron una caída mensual de 3.08 por ciento, mientras en julio disminuyeron 33 por ciento respecto a mayo, cuando alcanzaron su nivel más alto desde enero.
Analistas atribuyen estas bajas a una cautela en el gasto de los consumidores y precios más altos en los productos.
“En julio ya la gente se sentía más relajada y comenzaron a salir a la calle; visitaron tiendas y otros comercios de manera presencial y por ende las compras digitales también cayeron durante este mes”, explicó Marisol Huerta, analista de empresas de Grupo Financiero Ve por Más.
En los primeros siete meses del año, los ingresos de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) aumentaron 2.5 por ciento debido a mayores ventas dentro de los establecimientos.
“Notamos un cambio en las tiendas físicas de manera constante, pero fue más marcado entre enero y marzo de 2021. Abrieron tiendas, con restricciones de horario y personas, pero ya había una mayor afluencia de gente”, comentó Rodrigo Cerda, gerente de desarrollo de negocios de Ecomsur México.
El directivo de la empresa especializada en comercio electrónico a escala internacional consideró que las tiendas del país ya entraron a una etapa de “adaptación” a nuevos formatos de compra.
En entrevista con El Sol de México, recordó que desde el año pasado diversos establecimientos de todos los sectores comenzaron a migrar a canales digitales para sobrevivir al confinamiento.
La tendencia mostraba que el comercio electrónico había “llegado para quedarse”, pero hacia el cierre de 2020 se percataron de que la gente acudía con más frecuencia a las tiendas departamentales o para hacer las compras en autoservicios y mercados.
“Hubo compañías que crecieron por arriba del 400 por ciento y ahora tienen repuntes moderados. Habrá marcas donde el cuatro o cinco por ciento de sus ventas serán digitales, un nivel que esperaban alcanzar por lo menos hasta 2026”, agregó Marisol Huerta.
Los datos reportados por el Inegi indican que el incremento en el comercio electrónico durante marzo, de 17.54 por ciento, es el más alto desde septiembre de 2020.
El directivo de Ecomsur México consideró que al comercio electrónico nacional todavía le falta un “empujoncito” por parte de las pequeñas y medianas empresas que aún no adoptan las ventas digitales o alguna estrategia para vender a través de redes sociales.
Según Guillermo Mantilla, director comercial de National Soft, empresa proveedora de tecnología de pagos para pymes, hay negocios que se resisten a implementar un esquema digital por los altos costos o inversiones que deben hacer.
Sin embargo, otro de los factores es que los dueños de estos comercios son gente mayor y no están tan familiarizados con esquemas electrónicos.
Para expertos de Grupo Financiero Banorte, la baja en los contagios por coronavirus y el repunte en la inflación son los principales riesgos para el comercio en México.
“El empleo y las remesas han seguido sorprendiendo al alza y pueden ayudar a compensar los vientos en contra ya mencionados, en especial ante el inicio de la baja en casos de Covid-19. Esta ‘ola’ de la pandemia puede tener un impacto más moderado”, mencionaron.
Para la edición 2021 del Buen Fin, la Secretaría de Economía (SE) y la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercios, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur) prevén una derrama de más de 239 mil millones de pesos.
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“Tenemos una gran oportunidad con el Buen Fin de acelerar la recuperación económica e incluso, para algunos empresarios, comenzar con el crecimiento o seguir con el repunte económico de sus empresas y negocios”, señaló Héctor Tejada, presidente de la Concanaco Servytur, al arrancar el denominado fin de semana más barato del año.
Según el líder del organismo privado, las ventas en línea este Buen Fin representarán al menos 20 por ciento del total de las transacciones. El año pasado, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), cerca de 15.2 por ciento se realizaron a través de algún canal digital.