El presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), Mario Di Contanzo, exhortó a los usuarios de tarjetas de crédito estar pendientes de sus estados de cuenta para descartar cargos por el servicio de transporte Uber, luego de que la compañía reveló el hackeo de la base de datos de clientes y choferes.
Tras participar en el XVI Encuentro Nacional de Microfinanzas “ Impulsando Microempresas”, dijo que la institución carece de jurisdicción sobre Uber al no ser ésta una entidad financiera.
Sin embargo, expuso que si puede dar seguimiento a las quejas que resulten por cargos a tarjehabientes afectados por el robo de identidad o por servicios no reconocidos con la empresa de transporte privado.
Di Contanzo señaló que no sería la primera vez que hay quejas relativas al hackeo por los servicios de Uber entre los usuarios de tarjetas de crédito, toda vez que hace aproximadamente un año identificó casos similares a partir del repunte de reclamaciones de Banco Azteca, derivados por dicha causa y donde la institución reembolso el monto de los cargos a los clientes afectados.
“Este trimestre las reclamaciones de comercio electrónico de Banorte aumentaron, es un caso parecido a lo que tuvimos con Banco Azteca acerca del tema de Uber, y a partir de que se reconoció este hackeo a la empresa Uber a nivel internacional estaremos pendientes en todas las delegaciones”, afirmó.
El presidente de la Condusef dijo desconocer si México fue parte del hackeo de Uber, pero comentó que de despuntar en los próximos 15 a 30 días los reclamos por comercio electrónico posiblemente el país podría estar entre las naciones afectadas por este ciberdelito en particular.
El pasado martes se dio a conocer que piratas cibernéticos ingresaron en los sistemas de la empresa Uber Technologies y robaron los datos personales de 57 millones de clientes y conductores, en un incidente que la firma ocultó más de un año, tras pagar unos 100 mil dólares a los “hackers” para mantenerlo en secreto.
Los datos sustraídos en la incursión registrada en octubre de 2016 incluyeron nombres, direcciones de correo electrónico y números de teléfono de 50 millones de clientes de Uber.