El consumo privado en México continúa a la baja, en medio de presiones inflacionarias y una tasa de interés por arriba del 10 por ciento, pues en septiembre registró una baja mensual de 0.1 por ciento, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Se trata de la primera caída registrada desde mayo pasado, aunque también se dio luego de dos meses en desaceleración, pues en julio y agosto el consumo registró tasas de crecimiento mensuales de 0.8 y 0.2 por ciento, respectivamente.
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Al dar a conocer el Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP), el organismo agregó que tan sólo en septiembre se estima un repunte anual de 1.8 por ciento, con lo cual se sumarían tres meses al hilo en desaceleración.
Desde inicios de año, diversos especialistas financieros aseguraron que el consumo sería impulsado por los incrementos al salario mínimo y el envío de remesas desde el extranjero hacia el país.
Sin embargo, alertaron que uno de los riesgos a largo plazo serían los niveles de inflación y las altas tasas de interés por parte del Banco de México (Banxico), aunado a la debilidad del mercado laboral o incertidumbre financiera local.
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“Consideramos que el lento dinamismo del consumo privado se extenderá hacia los siguientes trimestres, en un entorno de menor crecimiento en otros segmentos de la economía, con transmisión hacia el sector terciario”, comentó BBVA México en un reporte previo.
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