HR Ratings estima que en este segundo trimestre la economía tendrá una contracción de 36% y se perderán un millón de empleos formales.
Con estos datos la calificadora mexicana recortó su estimado para el PIB en el año a -7.4%, por encima de su previsión anterior de -4.25%. Para 2021 anticipó un repunte modesto de 2.4%.
La revisión a la baja se explica porque el deterioro en el primer trimestre de este año, con una caída de 1.6%, fue mayor al esperado como resultado del efecto de aproximadamente una quincena de contingencia, plasmado sobre todo en la fuerte caída del sector de servicios.
El ajuste al pronóstico también considera un impacto mayor sobre el mercado laboral con base en las cifras de empleo formal al mes de abril, derivado de la extensión de las medidas de aislamiento hasta el 1 de junio.
“HR Ratings considera una destrucción de empleos formales que podría superar los 650 mil despidos tan sólo en abril y hasta un millón en el segundo trimestre, por encima de los 538 mil empleos perdidos entre noviembre de 2008 y febrero de 2009 durante los peores meses de la crisis financiera”.
Destaca la fuerte contracción de 5.5% del sector comercio durante el primer trimestre, cuya importancia es mayor al representar aproximadamente 66% del PIB.
“Con base en el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE, un indicador que se considera una aproximación al PIB) de servicios, estimamos que tan sólo en marzo este sector retrocedió 3.6% contra febrero, cuando presentó un nulo crecimiento. Esta caída tendría como principales sectores afectados: el comercio al por mayor, los servicios de preparación de alimentos y bebidas, el comercio al por menor, transporte y los servicios culturales, recreativos y deportivos, entre otros”.
Como resultado de la fuerte contracción tanto del sector de servicios como industrial durante marzo, y a pesar del repunte del sector agropecuario, HR estimó que la actividad económica en su conjunto retrocedió 4.1% sólo durante marzo.
En términos del IGAE, esto significaría la mayor caída mensual desde febrero de 1995, cuando la actividad económica retrocedió 6.0%.
A pesar de que estas cifras son muy negativas, lo peor aún está por venir. De acuerdo con sus estimaciones, la contracción de marzo estaría asociada con la destrucción de 130 mil 593 empleos formales y para abril esta cifra podría superar los 650 mil, por lo que la contracción de abril establecería un nuevo mínimo histórico por encima de la contracción de febrero de 1995.
Para recuperar el nivel de la economía derivado de la contracción se necesitarían tres años, o dicho en otras palabras, esta contracción llevaría al PIB real a niveles del cierre de 2015.
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