Corea del Sur prohibirá el uso de cuentas bancarias anónimas en la negociación de criptomonedas desde el 30 de enero, dijeron ayer los reguladores, una decisión que se anticipaba y que está diseñada para evitar lavado de dinero y otros delitos.
La medida se suma a los esfuerzos de Seúl para moderar la obsesión de los surcoreanos con las criptomonedas.
Gran cantidad de personas, desde amas de casa hasta estudiantes universitarios y oficinistas, han incursionado en este mercado, pese a las múltiples advertencias de los responsables de política monetaria sobre la inversión en un activo que no tiene una supervisión ni regulación seria.
El precio de bitcoin en Corea del Sur ahondó sus pérdidas tras el anuncio del regulador, con una baja del 3.34 por ciento a 12 mil 699 dólares, según Bithumb, el segundo mayor mercado de divisas virtuales del país.
Bitcoin cayó casi un 20 por ciento la semana pasada a un mínimo de cuatro semanas en la bolsa de Bitstamp con sede en Luxemburgo, por las preocupaciones sobre una posible prohibición a la negociación de la moneda virtual en los mercados de Corea del Sur. Ayer por la tarde subía un 5.4 por ciento 10 mil 925 dólares.
Los responsables políticos de todo el mundo piden una regulación más estricta y coordinada del comercio de criptomonedas. El principal regulador financiero de Corea del Sur dijo la semana pasada que el gobierno podría considerar cerrar los mercados de moneda virtual nacional.
La presidencia de Corea del Sur aclaró que una prohibición absoluta de negociar monedas virtuales es solo una medida que se considera y no una decisión que se haya tomado de forma definitiva.
“El gobierno aún está discutiendo internamente si se necesita o no aplicar una prohibición absoluta”, dijo un funcionario del gobierno, mismo que pidió no ser identificado después del informe emitido ayer.
La principal autoridad financiera de Corea del Sur dijo la semana pasada que el gobierno podría considerar cerrar los mercados de moneda virtual nacional y es que gran cantidad de personas, desde amas de casa hasta estudiantes universitarios y trabajadores de oficina, han incursionado en este mercado