Los delitos cibernéticos dejan ganancias globales que los que convierten en la tercera mayor economía del planeta.
Las ganancias de esta actividad ilícita se encuentran apenas por debajo del PIB anual de Estados Unidos y China, las mayores economías mundiales, de acuerdo con datos del Banco Mundial.
De esta manera, el cibercrimen se ha convertido en la tercera potencia económica a nivel mundial, indicó la empresa de ciberseguridad Secnesys.
Las ganancias de las estafas electrónicas son incluso casi cuatro veces mayor que la economía de Alemania o tres veces más grandes que el PIB de Japón.
“Esta suma revela que las empresas se enfrentan a un ecosistema perfectamente armado, y no sólo a grupos aislados”, indicó la firma mexicana.
Incluso las ganancias del cibercrimen son más de nueve veces mayores al PIB de México durante el año pasado.
Además se trata de un negocio ilícito en crecimiento, esto ante el mayor uso de tecnologías como Internet de las Cosas.
Cálculos de la empresa Cybersecurity Ventures señalan que los costos globales asociados a la ciberdelincuencia aumentarán en alrededor de 15 por ciento anual en el próximo lustro.
“Vivimos en un mundo extremadamente expuesto; en el plano digital estamos viviendo la tormenta perfecta, por lo que tenemos que ocuparnos en ello para poder seguir disfrutando de los beneficios de la tecnología, pero conscientes de que necesitamos elevar nuestras defensas”, expuso Gilberto Vicente, gerente de Go-To-Market de Ciberseguridad de Microsoft, durante el foro “Ciberseguridad al descubierto. Todo eso que sabemos, pero poco hablamos”.
La tendencia es que cada vez más personas estén conectadas a través de dispositivos móviles, principalmente, como son los smartphones o los wearables, como smartwatches.
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Estos equipos es donde se están concentrando lo delincuentes cibernéticos, de acuerdo con el informe semestral Threat Landscape Report, de la firma global S21sec, que indica que el foco en las amenazas a dispositivos móviles ha estado en campañas de ciberespionaje.
“Como viene ocurriendo en los últimos años y en los primeros seis meses de 2022, se ha producido un aumento de la actividad del malware móvil. Los ciberdelincuentes han añadido los teléfonos y tabletas inteligentes a su lista de objetivos principales, lo que ha provocado un aumento de las amenazas”, indicó el estudio.