Existen más de diez millones de pymes en México, sin embargo hay menos de un millón con acceso a financiamiento, recuerda Juan Ahedo, codirector general de la fintech Creze. Por lo tanto, existe un universo de al menos 9 millones de pymes que no tienen las herramientas suficientes para sobrevivir o crecer.
"Son el motor de México y no tienen acceso a servicios financieros, a raíz de eso surgimos nosotros (...), cumplimos una función de inclusión financiera", platica.
Creze es una financiera que ofrece préstamos en línea a pymes. Haciendo uso de la tecnología Creze es capaz de realizar el análisis financiero de una empresa, gestionar toda la documentación, incluyendo las firmas legales, de manera electrónica y dispersar los recursos en un plazo de 48 horas.
Aunque en algún momento experimentó con otros productos como tarjetas de crédito, en sus cinco años de existencia la fintech se ha especializado en créditos con y sin garantía; productos –dice Juan– que han probado ser los de mayor apetito entre los pequeños empresarios.
Los primeros van desde los dos millones de pesos hasta los 15, mientras que los segundos desde los 50 mil hasta los tres millones.
"La ventaja contra el resto del mercado es que somos extremadamente flexibles. Si una pyme de esas que no están bancarizadas va a una institución financiera tradicional le van a pedir estados financieros auditados, un gobierno corporativo y una serie de cosas que no tiene. La capacidad que tenemos de tener información sobre las pymes nos permite estarles desembolsando en 24 o 48 horas".
Según explica Juan, las pymes mexicanas necesitan principalmente dinero rápido, pues mucho del crédito que buscan es para pagar a proveedores, comprar inventario, pago de nómina o rentas, compromisos que no pueden esperar a las burocracias de los bancos.
Por ejemplo, diversas fuentes estiman que el 75 por ciento de las pymes en México fracasan y cierran sus operaciones antes de cumplir los dos años de haber iniciado operaciones. Sólo la falta de capital de trabajo y la incapacidad de recibir financiamiento representaría casi la mitad de estos casos de fracaso, superando incluso a la falta de conocimiento del mercado, problemas con los socios y la mala administración como causas de dicha mortandad.
"Creo que hay mucha adversidad al riesgo por parte de las instituciones financieras tradicionales, en donde sus modelos de riesgo son bastante restrictivos. Si una pyme se tarda el mes y medio que le toma a un banco autorizar un crédito ya perdió la oportunidad de construir, de pagar sueldos. La oportunidad es lo que más valora una pyme hoy".
Creze es producto de una larga experiencia en el ambiente financiero, el emprendimiento y los problemas en la asimetría entre ambas partes.
Es la creación de Diego Creel, Gonzalo Cegarra y David Lask, todos con experiencia en bancos y financieras. Antes de Creze Diego comenzó su carrera en inversiones en el UBS suizo para fundar en 2011 Lo Mío es Tuyo, una empresa de retail y servicios financieros que dirigió por cinco años.
Tras venderla en 2015 decidió fundar Creze junto a David, quien previamente había estado en Santander y luego en el ambiente de inversión en startups, y Gonzalo, quien llevaba tres años como vicepresidente en Change Capital Investments.
Su lógica era reducir los obstáculos para emprender en México y contribuir a modernizar la banca otorgando créditos a PyMEs de manera fácil y eficiente, con los menos trámites posibles.
"Queremos disminuir las asimetrías de información que existen respecto a las pymes y la disponibilidad de créditos que hay en México para que éstas puedan tener acceso a créditos simples y justos", explicó David Lask para un blog de Mifiel, empresa aliada a Creze para la firma electrónica de los contratos.
Durante su ronda de financiamiento la compañía levantó alrededor de 1 millón de dólares por parte de los fondos Dila Capital y Mountain Nazca en 2017, así como también 50 millones de pesos por parte de Credito Real y Fourthgreen, los cuales han invertido en conjunto en startups como Crehana, Kavak, Fairplay o Jüsto.
En mayo del 2019, Mountain Nazca concretó la venta de Creze a Polygon Fintech, otra empresa de tecnología financiera y para agosto del 2020 finalizó un levantamiento de capital por otros 265 millones de pesos provenientes de distintos inversionistas locales.
Para la operación de la empresa fueron nombrados Juan Ahedo y Bernardo Prum; el primero un profesionista de larga data especializado en crédito por su participación en organizaciones como Fincomún, CAME, y Financiera Contigo; en tanto, el segundo había sido co-fundador de la plataforma de comparación de crédito en línea ComparaGuru.com –en la cual Peter Thiel había depositado capital, reconocido inversionista de riesgo y cofundador junto a Elon Musk de PayPal.
Mientras tanto los fundadores originales fueron separando sus caminos. Diego Creel fue nombrado director general para México del unicornio de verificación de identidad digital Incode, David Lask fundó por su parte en 2020 la fintech de préstamos personales Tala, y Gonzalo Cegarra se separó de la sociedad desde 2019 para continuar como ángel inversionista y emprendedor fintech.
Como reconoce Juan, el mercado mexicano del crédito en línea ha ido creciendo en complejidad y en número de jugadores, con referentes como Konfío; sin embargo Creze ha logrado hacerse de un nicho al otorgar créditos casi inmediatos con un monto de hasta 15 millones de pesos y con un muy pequeño margen de morosidad; cosa que no tiene muchos antecedentes en el mercado mexicano.
Para esto los acreditados de Creze dejan en garantía un inmueble, mismo que debe ser valuado y verificado sin adeudos por la empresa así como notariar el proceso, complicación a la que pocos han querido enfrentarse.
"Durante nuestra existencia han ido surgiendo muchos nuevos jugadores (fintech), había un contexto mundial muy específico donde había tasas muy bajas y mucho dinero de fondos queriendo invertir en proyectos que fueran home runs. Creo que hay un cambio de tendencia, los fondos están siendo más cautos y no necesitan tomar tantas apuestas para obtener los rendimientos de antes.
"Las razones y porqués de estos nuevos negocios no necesariamente están siendo las correctas, crecer por crecer, tomar mercado por tomarlo. Nuestro aprendizaje en estos cinco años es que a los negocios financieros hay que tenerles mucho respeto y el que se hagan no se hagan con cuidado puede ser bastante riesgoso".
La rapidez para otorgar así créditos de alta denominación, según refiere Juan, es uno de los principales valores agregados de Creze frente a otras plataformas.
Esta cualidad –dice– es habilitada por la tecnología utilizada para investigar el riesgo y la capacidad de pago de cada sujeto, y la cual se basa en el acceso a fuentes públicas de información como el Buró de Crédito, antecedentes fiscales, perfil sociodemográfico del solicitante, así como privadas, como balances de cuentas.
Según Juan, durante la vida de Creze han podido reducir los tiempos de entrega de créditos a la mitad conforme la tecnología y la obtención de data ha ido mejorando.
Por su modelo de negocio sin sucursales y casi una completa automatización del análisis y autorizaciones –dice– se reducen costos para los acreditados y se potencia su alcance regional.
"Hemos ido desarrollando poco a poco un modelo en donde vamos entendiendo por giro y lugar y vamos tomando determinaciones con base en un gran árbol de decisiones".
Así al momento Creze a servido a tres mil pymes.
Como platica Juan, durante la pandemia Creze tuvo que reevaluar a quiénes les prestaba dinero y a quienes les podía ayudar reestructurando deudas para seguir operando.
Asimismo, tuvo que cambiar sus métricas de éxito, tales como cartera cobrada, con el fin de apoyar al mayor número de empresarios posibles de manera sustentable y otorgar facilidades a los más afectados
"Tomamos una posición muy cuidadosa de dar crédito a empresas que no estuvieran siendo afectados por la pandemia, tuvimos que cerrar la llave lamentablemente y a quienes ya les habíamos prestado les dimos planes de pago.
"Llegamos a estar en niveles de poder cobrar 70% del 100% de los montos. Eso en cualquier negocio financiero es no viable, pero fue el tiempo que nos tocó vivir y los balances de resultados eran irrelevantes. Hoy te puedo decir que regresamos a niveles del 98 por ciento".
Así, Juan confiesa que durante el 2020 no se registró crecimiento en crédito colocado, sin embargo ya para el 2021 este creció 80 por ciento.
Para este 2022 se espera repetir la marca del año previo gracias a la satisfacción de sus clientes y el boca en boca.
"Estamos construyendo un negocio para los próximos 30 años, es sostenible, claro que nos importa crecer pero nos importa más cómo lo hacemos.
"Hay una oportunidad muy grande en el mercado y estamos cubriendo esa necesidad. Si a mí me dijeras cómo veo a Creze en los próximos 20 años, yo quisiera verlo como un negocio que cambia a México una pyme a la vez".
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