La semana pasada el gobierno de la República dio inicio a las obras para el nuevo aeropuerto de Santa Lucía. La construcción de una nueva terminal área para la capital de país ha sido largamente aplazada y en ese tiempo el país se ha estancado en materia de competitividad de infraestructura aérea. Mientras que en 2007 el país se ubicaba en la posición 56 del Indicador Global de Competitividad en Infraestructura Aérea del Foro Económico Mundial, para 2017 cayó a la 67. Hoy, países como Gambia, Costa Rica, Chile o Namibia están mejor calificados que México.