De la gloria a la quiebra: los emprendedores que cambiarían al mundo, pero fueron un fraude

La demanda que enfrentan los directivos de Silicon Valley Bank se suma a la lista de empresarios que prometían proyectos que cambiarían el mundo, pero terminaron siendo fraudes

Juan Luis Ramos | El Sol de México

  · sábado 18 de marzo de 2023

No todas las historias de éxito tienen un final feliz, y prueba de ello es el quiebre del Silicon Valley Bank (SVB) esta semana, que se suma a una lista de grandes negocios como Theranos y FTX que han terminado en la quiebra o incluso con sus fundadores tras las rejas.

A unos días de que se dio a conocer que las autoridades de Estados Unidos tomaron el control de SVB por “insolvencia”, un grupo de accionistas presentó una demanda por fraude en contra del CEO de la institución financiera, Greg W. Becker, y el director financiero, Daniel Beck,lo que podría llevarlos incluso a prisión.

Los accionistas solicitaron una compensación y acusaron a los directivos de ocultar información sobre la subida de los tipos de interés en los últimos años, lo que pudo afectar la estabilidad del banco con más de cuatro décadas.

De acuerdo con los demandantes, los directivos de SVB invirtieron grandes cantidades de dinero en bonos del gobierno de Estados Unidos a largo plazo, activo que con las recientes alzas de las tasas de interés se depreció, por lo que el banco se vio obligado a venderlos con pérdidas para cubrir retiradas de depósitos por parte de sus clientes.

Pero la situación provocó pánico y el retiro de más recursos del banco hasta dejarlo sin liquidez, lo que llevó a las autoridades estadounidenses a cerrarlo y tomar el control.

El caso recuerda a los de otros empresarios como Elizabeth Holmes, fundadora de Theranos, y Sam Bankmanfried, de FTX, que pasaron de la gloria ante los ojos de inversionistas en nuevos negocios a demandas millonarias e incluso la cárcel.

Holmes fue sentenciada en noviembre a 11 años de prisión tras ser declarada culpable de defraudar a inversionistas de Theranos, compañía de tecnología sanitaria que prometía realizar diversas pruebas y análisis médicos con sólo una muestra de sangre.

Sin embargo, una investigación del diario estadounidense The Wall Street Journal reveló que la empresa era incapaz de realizar las pruebas que aseguró que podía hacer, lo que devino en una serie de demandas contra la fundadora y sus socios.

Holmes, que fue llamada “la nueva Steve Jobs” por la revista Forbes, fue una figura que atrajo la atención de inversionistas que apostaron por una tecnología prometedora en análisis clínicos.

Caso similar fue el caso de Sam Bankmanfried, quien pasó de ser el “genio” de Silicon Valley, tras fundar una de las mayores empresas de criptomonedas del mundo, a un convicto acusado de ocho delitos de fraude.

El ex CEO de FTX, plataforma de intercambio de criptomonedas, está detenido, acusado por fiscales de Estados Unidos y la propia Comisión de Bolsa de múltiples delitos financieros como conspiración para cometer fraude, lavado de dinero, violación de las leyes de financiamiento de campañas políticas y defraudación a inversionistas.

Silicon Valley Bank se destacó entre los bancos de Estados Unidos, ya que se especializó en el sector tecnológico, y los depósitos provenían mayoritariamente de empresas emergentes conocidas como start-ups.

Con este contexto, Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (Lacen) de la UNAM, consideró que la coincidencia en estos casos es que se trata de espejismos que llaman la atención de inversionistas y accionistas por ofrecer rendimientos extraordinarios debido al sector en el que se desempeñan, que normalmente es el de tecnología.

“Son figuras espontáneas que crecen de manera artificial y de un momento a otro, ante situaciones como las que vivimos (de crisis o alzas en tasas), tienen fuertes caídas”, refirió el especialista de la UNAM.

➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo

Martínez añadió que estas empresas también suelen basar su éxito en una figura mediática, como fue el caso de Theranos y FTX, que a la postre son rebasados por la presión del mercado.

Concluyó que estos casos son muestra del riesgo que hay en invertir en compañías que ofrecen mayores rendimientos y en menor tiempo, por lo que recomendó apostar a instituciones tradicionales como la banca comercial, que suelen ser más mesuradas.