Tiendas departamentales y restaurantes, principalmente, reflejaron en sus reportes del primer trimestre los efectos del desabasto de gasolina. Los clientes optaron por optimizar el combustible de sus autos antes que comer en algún establecimiento, ir a una cafetería o aprovechar las ofertas de temporada en alguna tienda.
Las ganancias de Grupo Sanborns, Alsea y El Puerto de Liverpool lo resintieron.
Grupo Sanborns, uno de los negocios del magnate Carlos Slim, reportó un crecimiento en ventas de apenas 0.8 por ciento. Según una nota de Citibanamex, esta ganancia tan reducida se debió principalmente a los eventos relacionados con la escasez de gasolina en enero, que afectaron al formato Sanborns.
Para Alsea, que administra establecimientos de comida rápida y es propiedad de la familia Torrado, las ventas en sus restaurantes con más de un año de operación aumentaron 2.8 por ciento, su peor desempeño desde 2011. Este resultado, señala Citibanamex, también estuvo asociado a la escasez de gasolina.
La guerra contra el huachicol impactó además en la estrategias de ventas de El Puerto de Liverpool, imperio del millonario Maximino Michel Suberville.
De acuerdo con su reporte trimestral, el margen comercial de la empresa en los primeros tres meses del año cayó 1.5 por ciento en comparación con el año anterior. Esto fue resultado principalmente del débil desempeño de Suburbia, ya que el desabasto de combustible ocurrió justo en la temporada de rebajas que la tienda realiza a principios de año, y en la que aprovecha para reducir inventarios.
Marisol Huerta, analista del banco Ve por Más (BX+) subrayó que el desempeño en ventas no fue el que esperaban las compañías precisamente porque se alteró el tráfico de clientes.
“No cuantificaron el impacto, pero el hecho de que en dos semanas o que en algunas zonas fuera más prolongado que la gente se quedara en casa para resguardar su gasolina, sí fue un factor para que las ventas no crecieran”, apuntó.
La especialista recordó que las empresas hacen sus estrategias de venta por temporada, y en el caso de enero muchas tiendas sacan lo que no se vendió en diciembre con ofertas, pero si en esas semanas ocurre un evento atípico como el desabasto de combustible, se afecta lo que se tenía planeado.
Veronica Uribe, de Monex, añadió que las compañías más afectadas fueron las tiendas departamentales, restaurantes y las que tienen presencia en centros comerciales.
“En el caso de las tiendas de autoservicio las personas iban menos veces pero hacían un carrito más robusto y por eso el impacto no fue tan significativo, pero a los centros comerciales sí dejaban de ir porque no son compras tan básicas”, subrayó.
Agregó que aunque hubo varios factores que afectaron al consumo en el primer trimestre, como el desfase de la Semana Santa o que la temporada de frío fuera más corta por lo que la ropa invernal se vendió antes, el desabasto de combustible sí fue relevante, sobre todo considerando los datos de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD).
De acuerdo con la ANTAD, las ventas de las tiendas que tienen más de un año de operación así como en aquellas que abrieron en los últimos 12 meses tuvieron las variaciones porcentuales más bajas entre enero y marzo pasados comparados con el mismo periodo de años anteriores.
En promedio, el crecimiento fue de 2.1 por ciento, la cifra más baja comparada con los incrementos de 3.6 y 6.4 por ciento para los primeros trimestres de 2017 y 2018, respectivamente.
Carlos Ponce, socio fundador de SNX, recordó que el impacto en ventas por la guerra contra el huachicol y el desabasto de gasolina se estuvo comentando incluso desde que sucedieron los hechos a principios de año.
“Es muy difícil identificar en qué porcentaje tuvo afectación, pero sin duda fue un factor que se sumó a la baja en el consumo por la incertidumbre ante la desaceleración económica”, concluyó.