FRÁNCFORT. El banco más grande de Alemania, Deutsche Bank, anunció este domingo que eliminará 18 mil empleos -una quinta parte de su plantilla- en tres años, un plan sin precedentes en la entidad que arrastra desde hace años problemas financieros.
"La reestructuración dará como resultado una reducción en el número de puestos equivalentes a tiempo completo de 18 mil para 2022, para reducir la fuerza laboral hasta alrededor de 74 mil personas", indicó el banco en un comunicado.
El Banco quiere reducir sus costos en seis mil millones de euros anuales. El plan aparece como una última oportunidad, poco más de dos meses después del fracaso de las negociaciones para una fusión con su competidor, también en dificultades, Commerzbank.
Aquel plan gozaba del beneplácito del gobierno alemán, inquieto al ver a un elemento clave del sector en riesgo de ser comprado por inversores extranjeros.
Deutsche Bank vio reducir su capitalización bursátil a la mitad en cuatro años, lo que lo convierte en una presa potencial de una OPA. El banco alemán valía menos de 15 mil millones de euros el viernes.
"Deutsche Bank juega en primera división y debe tomar las medidas necesarias para que esto siga siendo así", dijo a la prensa el ministro de Economía alemán, Peter Altmeier.
El principal dirigente del banco, Christian Sawing optó por centrarse en las actividades más estables, como la banca minorista, y en centrar sus actividades en Alemania y Europa, dejando de lado los sueños de desarrollo en Estados Unidos. La banca de inversión -que era una prioridad del grupo- parece condenado al olvido, además de que cesará su actividad en la negociación de acciones, rama que podría vender al francés BNP Paribas.
En cuanto a las actividades en Estados Unidos, el banco alemán ha enfrentado una serie de litigios, algunos de ellos vinculados con el escándalo de los sistemas de evasión fiscal conocidos como Papeles de Panamá.