Quizá no ha llegado el día, pero estamos más cerca que lejos. El día en que podamos pagar Uber con Bitcoin, cuando nos acepten Ether en la cafetería de la esquina o existan AMLOcoins para pagar los servicios de gobierno. El día en el que las criptomonedas sean un activo de uso generalizado entre las sociedades.
Mientras eso sucede ya hay quienes se preparan. Es inminente y hay que ser los primeros en un mercado de miles de millones de dólares.
Una de esas personas es Isaac Kohab, quien se perfila como uno de los futuros líderes en una industria que poco a poco gana terreno en la economía global: la de compra y venta de criptomonedas.
"Creo que en los próximos años va a haber una masificación importante (del uso corriente de criptomonedas). Nosotros, los locos que nos metimos antes que cualquier otro, somos los poquitos que estamos ahorita, pero en cuanto ya se haga una convocatoria formal de las instituciones, de los bancos, del gobierno, en cuanto la gente vea que ya se está operando a ese nivel, yo creo que va a ser cuando toda la gente ya va a entrar.
"Igual que el Internet. Al principio nadie lo usaba, estuvo 20 años así, hasta que tuvo su auge, que es cuando entraron las instituciones y cuando se empezó a darle mucho más power. Cuando se empiece a formar ese camino, creo que es cuando se va a dar esta masificación y en algún momento (las criptomonedas) las van a operar las empresas, y más las que utilizan tecnología como base de su negocio", platica Isaac.
La empresa que ayudó a fundar se llama Bitrus Exchange y es una plataforma digital de intercambio de este tipo de activos. Mientras que múltiples plataformas de exchange cripto surgen alrededor del mundo, la apuesta de Bitrus reside en colocar en un sólo lugar todas las herramientas necesarias para que novatos latinoamericanos en este mercado puedan comenzar a comprar y vender, como también para que veteranos mantengan en orden portafolios de inversión de millones de dólares.
Mediante diferentes niveles de visualización, desde el básico, el avanzado y hasta el experto, cada usuario tiene una experiencia curada con base en sus conocimientos del mercado, con acceso a herramientas cada vez más complejas de análisis, comparativa y prospectiva.
"Nos estamos enfocando en los new comers, en poderles dar la educación y el recibimiento a plataformas de intercambio de criptomonedas, explicándoles con una plataforma muy simple, (...) y para la gente experta, normalmente lo que pasaba es que tú te metes a un exchange para hacer un intercambio y luego a otra página para hacer un análisis de mercado. Nosotros lo que queremos es darte el paquete completo en una sola plataforma", dice Isaac, con sólo 22 años.
EL FACEBOOK DEL BITCOIN
Parece que Isaac acaba de dar el estirón que viene con la adultez, alto, con sus cabellos rebeldes y un saco que le queda un poco grande del que cuelgan unas gafas redondas, pero en cuanto empieza a hablar, sorprende lo sofisticado de su léxico financiero, su vasto conocimiento del mundo cripto y un discurso mucho más articulado que el que un joven de su edad suele tener.
Isaac fue creado para hacer negocios. Según platica, dejó trunca su licenciatura en finanzas en el ITAM para dedicarse de lleno a Bitrus, pero promete regresar a terminarla una vez que la plataforma salga al mercado en junio próximo.
"Soy una persona muy académica entonces espero, ahora que salga la plataforma, empezar otra vez con la parte de los estudios, (...) la verdad no tengo mucha prisa, pero sí es algo que me importa mucho, y además siempre el papel es importante. Sí, por desgracia, aunque tengas el conocimiento".
Isaac rechazó trabajar para la empresa familiar de artículos de cocina. Desde los 18 años inició su vida como emprendedor, al fundar una compañía especializada en el manejo de almacenes y logística para pequeñas y medianas empresas, pero que acabó en fracaso ante la falta de experiencia.
Luego de esto, Isaac se incorporó como pasante a Ficein Unión de Crédito, donde aprendió de instrumentos financieros y canales de bancarización, conocimientos que se sumaron a su experiencia previa en el mercado de criptomonedas, en el que ya tenía pequeñas inversiones. Con el tiempo, acabó por renunciar, luego de conocer a sus socios, Alberto Djemal y Emilio Amiga, con quienes echó a andar el proyecto de Bitrus hace año y medio.
"Con mi empresa adquirí muchísima experiencia muy joven, porque llegué a tener cerca de 25 empleados y eso me ayudó a aprender en el día a día, siempre he sido muy independiente, realmente. Esto empezó como una idea, estábamos involucrados en el mercado de activos virtuales y decidimos hacer un exchange de monedas y que se convirtió en un proyecto mucho más grande".
Uno de los elementos más disruptivos de la propuesta de Bitrus es la creación de una nueva red social basada en el intercambio de activos digitales.
A manera de Facebook, los usuarios de Bitrus contarán con un perfil en el que sus contactos podrán –si así lo desean– conocer sus portafolios, sus tasas de retorno y sus "amigos". Esto eleva la compra y venta de criptomonedas a un nuevo nivel social que el mercado no ha conocido.
"Si tú no sabes mucho del mundo, puedes seguir influencers, o tienes amigos que le saben, puedes hacer copy de su portafolio automático y puedes comprar y vender desde la misma red social. Lo que estamos pensando de esto es que jalemos a las comunidades que actualmente no tienen un canal realmente para comunicarse y hacerlos grupos públicos, verificados, para que este sea un canal estructurado y detallado y que sea realmente dirigido hacia las comunidades de cripto y de las comunidades blockchain.
"En Hong Kong expusimos Bitrus y realmente atrajo mucho valor la parte del social trading como algo novedoso, porque al final hay muchísimos exchanges a nivel internacional en los que entras 10 minutos y te sales y ya. Lo que queremos es que sea una plataforma en la que puedas entrar como entras a tu Instagram, que no sea con sólo con la necesidad de hacer trading, sino de tener información, de poder tener esta parte social de comunicación, de romper estas barreras de comunicación a nivel internacional".
La volatilidad asociada a las criptomonedas es una de las características de este mercado. En un sólo día, una divisa de este tipo puede perder gran parte de su valor, como pasó de noviembre a diciembre de 2018, cuando el Bitcoin se devaluó 48 por ciento, lo que puso a gritar a los inversionistas alrededor del mundo.
Según opina Isaac, esta volatilidad extrema obedece a la falta de canales de información entre inversionistas que brinden serenidad cuando hay malas noticias, lo que causa desbandadas y descalabros en los precios.
De esta manera, la red social pondrá en contacto a inversionistas con información de calidad para tomar decisiones bien fundadas, todo dentro de una experiencia comunitaria, sencilla y amena.
"Hay mucha falta de comunicación, cuando vemos que está bajando el precio todos vamos, corremos y vendemos, y cuando está subiendo, todos corremos y compramos, pero ahora podremos dar canales de comunicación en el que podamos comprender realmente qué está pasando.
"Eso es lo que falta, información y comunicación para que podamos comprender cómo funciona el mercado. Por eso es novedoso los que estamos generando", asegura.
HOY POCOS, MAÑANA MILLONES
De acuerdo con Isaac, la tecnología blockchain, que es la que hace posible a las criptomonedas, es una nueva revolución a punto de explotar.
A grandes rasgos, el blockchain consiste en una especie de cuaderno contable compartido entre miles de personas de manera digital. Cuando existe una transacción con criptomonedas, esas personas, a cambio de una paga, corroboran los datos de la operación y ésta es aprobada gracias a un trabajo colectivo que no responde a ninguna autoridad central y que da certeza.
Las aplicaciones del blockchain en la vida diaria son ilimitadas: puede ser utilizado para corroborar de dónde vienen los ingredientes de una pizza, asegurarse de la validez de resultados electorales o de una correcta aplicación del gasto público.
En el caso de Bitrus, adelanta Isaac, la plataforma podría en un futuro ser utilizada para el envío de remesas, con comisiones mínimas y recepción de dinero inmediata, o de otras formas de pagos virtuales, como créditos.
Sin embargo, la adopción de esta tecnología no ha llegado sin contratiempos. Como coincide Isaac, aún persiste un alto grado de desconocimiento sobre ella. Las criptomonedas y el blockchain están en constante evolución, desde ser vistos como un tema exclusivo de geeks o hackers, hasta una forma de ganar dinero fácil por villamelones sin conocimiento detallado en blockchain o finanzas.
"Cuando le hablamos a la gente sobre lo que es Bitcoin y empiezas a explicarles, te dicen que es un esquema Ponzi, es una pirámide. ¿Sabes por qué sucede?, porque cuando la gente empezó a entrar al mercado, cuando hubo este auge del Bitcoin que pasó desde los 12 (dólares la unidad) hasta 20 mil, la gente se empezó a meter cuando ya estaba en 18 mil, y luego se cayó y todos perdieron su dinero.
"El Bitcoin es un activo volátil por la oferta y la demanda, entonces, creo que ahorita es más apoyar en esta evangelización, en darle este knowledge a la gente para que en un futuro cercano haya una masificación".
La idea de Isaac y sus socios es ofrecer una plataforma flexible, social, pero también que profesionalice, como la que podría ofrecer un banco o una financiera, apegada estrictamente a la regulación actual y a las mejores prácticas de los negocios fintech. Ser una puerta de entrada para el no iniciado en las criptomonedas y la bancarización.
"Tenemos una visión bancaria: convertirnos en una institución de tecnología financiera a nivel internacional en la que podamos ofrecer productos financieros y oportunidades de entrada a gente que no las conocía. Nos queremos convertir en una institución de prestigio reconocida en México y a nivel internacional.
"Tenemos realmente una ambición muy grande. Aunque ahorita sólo seamos cientos de miles o a lo mejor ya millones de personas involucradas en este mercado, somos muy pocos. Todavía falta por venir muchísima gente, entonces si hablamos dentro de 10 años vamos a ver que los que estamos ahorita vamos a ser a lo mejor uno por ciento de los que estarán.
"Suena muy loco, pero realmente aquí nos gusta tener esas ideas. Hay un dicho que dice que los locos, con el tiempo, nos convertimos en visionarios".