Disruptores | Cine Móvil Toto, la pantalla nómada

El proyecto de Roberto Serrano y Diego Torres acerca el séptimo arte a comunidades apartadas

Erick Ramírez | El Sol de México

  · jueves 12 de marzo de 2020

Diego Torres y Roberto Serrano, fundadores de Cine Móvil Toto / Foto: Daniel Galeana

El cine, cuenta Roberto Serrano, no sólo es el medio por el cual artistas y productores buscan contar historias, también puede ser una fuerza que impulsa el cambio entre las personas para ser mejores, para conocer otros mundos o para plantearse preguntas que no se habían hecho.

Por esto, Cine Móvil Toto, la empresa que Roberto ha fundado junto a su socio Diego Torres, pretende lleva al cine a los confines de Latinoamérica, donde la gran industria no ha querido o podido, a las comunidades y barrios más vulnerables.

“Creemos que el cine es una ventana para que las personas escuchen nuevas historias, pero al mismo tiempo es dejar sembrada en ellas esta semillita de curiosidad, sobretodo en los niños.

“Los mensajes que llevamos son para generar cambios en la gente, a lo mejor sobre qué tipo de acciones pueden tener en su casa, en su comunidad, pequeñas acciones para contribuir en algo al mundo, y es justo eso, dejar una semillita”, platica Roberto.

Cine Móvil Toto es una empresa social enfocada en la proyección de cine mexicano sin salas propias, de forma itinerante y gratuita, con comunidades rurales o de escasos recursos como su principal target.

Cine Móvil Toto planea rutas en las que va pasando por cada una de las comunidades que la integran y establece una jornada completa de conciencia social que rodea a la proyección de una película, con actividades, juegos y pláticas. Por ejemplo, acerca de la violencia de género, el cuidado del medio ambiente o la importancia del ejercicio físico.

La sustentabilidad es uno de los principales diferenciadores de esta empresa. Mediante generadores hechos a la medida, el público asistente pedalea cuatro bicicletas que aportan la energía para el proyector y bocinas que hacen posible la proyección de la película en cualquier plaza pública de la comunidad.

Foto: Daniel Galeana

Cada una de las giras de Cine Móvil Toto, que pueden ser varias al año, pasa por hasta 100 comunidades distintas por diferentes estados de la República.

Según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) sobre el tema, aproximadamente 30 por ciento de los mexicanos nunca han asistido a una sala de cine, los cuales representan alrededor de 42 millones de personas, muchas de ellas, según Roberto, debido a que la industria de la exhibición de cine no encuentra rentable acercarles salas o establecer precios accesibles.

Esto es una oportunidad perdida tanto para la industria del cine mexicano como para los auditorios que no tienen acceso a la gran riqueza que ésta ha ido generando con los años.

“Es importante acercar la cultura a todas estas comunidades que no tienen acceso a ella, ya sea por cuestiones de distancia o por cuestiones económicas. El cine más cercano a lo mejor está a seis horas, eso sin contar los costos que pueden ser bastante altos. Nosotros intentamos romper un poquito esa brecha, acercando la cultura a la gente más vulnerable”.

El modelo de negocios de Cine Móvil Toto se basa en el interés de las empresas de asociarse con campañas sociales y de beneficio comunitario. De la mano del estímulo fiscal Eficine 189, las empresas que financian las rutas de Cine Móvil Toto son acreedoras a una reducción en el Impuesto Sobre la Renta.

De esta manera una asociación con la empresa de Roberto y Diego le reditúa a las grandes marcas en términos de imagen, acercamiento de marca y facilidades fiscales. Nombres de gran tamaño como Samsung, Banorte, Helvex, Aeropuertos del Sureste o La Central se han sumado a la propuesta.

“Al principio nos costó trabajo que las marcas encontraran ese valor. Afortunadamente hoy en día ya hay una preocupación más grande de tener un impacto social y ambiental positivo.

“Este cambio en la mentalidad nos ha permitido sumar cada vez más aliados, de tener un modelo de negocio donde nosotros acercamos a las grandes marcas a públicos a los que ellas no tienen acceso y eso es de su interés. Es un hecho que Samsung no va a vender un celular al público que estamos llegando, pero sí genera mucho valor que los consumidores vean las actividades sociales y medioambientales que la marca está haciendo”.

VIAJEROS

Antes de emprender en Cine Móvil Toto, Roberto, autodescrito como un emprendedor desde muchacho, había comenzado diversos negocios con distintos grados de éxito, tales como una agencia de modelos, una productora de eventos, una panadería y una cafetería.

Según cuenta, en este último negocio fue que conoció a Diego, quien previamente había coordinado del desaparecido programa El Cine en tu Comunidad del IMCINE. A partir de esa experiencia, Diego se dio cuenta de la falta de acceso a la cultura que hay en comunidades marginadas, entonces quiso seguir haciendo lo mismo por su cuenta.

Foto: Cortesía

“Justo por eso fue mi alianza con él, porque yo tenía más experiencia en este mundo de los negocios y Diego tenía experiencia en el tema de la exhibición y de llevar cine a las comunidades, así que fue una buena mancuerna”.

Buscando diferenciarse de otras exhibidoras de cine ambulante, los socios encontraron inspiración en el documental Los Ginger Ninjas, Rodando México de 2012, pieza que retrata la gira de ocho mil kilómetros que hizo esta banda californiana hasta Chiapas montados en bicicletas, las cuales también generaban la energía para sus conciertos.

“Dijimos, 'bueno, si ellos lo pueden hacer para la música por qué no aplicarlo al cine' y así empezamos a buscar tutoriales para hacer una bici que generara energía. Tuvimos varios prototipos que no fueron muy eficientes (...) y por ahí nos encontramos justamente a Dante Espinosa que era el ingeniero de la banda que nos inspiró, y él nos hizo el primer sistema de generadores, que pagamos con dinero que conseguimos de Fondeadora, la plataforma de crowdfunding”.

Los siguientes años fueron de tocar puertas entre inversionistas, proveedores y gobiernos para dar forma al proyecto. Fue hasta 2016 que Diego y Roberto emprendieron su primer gira de cine itinerante financiados por la empresa cerillera La Central.

“Esa gira nos permitió generar los materiales necesarios para presentar el proyecto y empezar a sumar gente, porque antes todo lo hacíamos Diego y yo. Estos últimos tres años de experiencia nos ayudaron a organizarnos mejor como empresa”, dice Roberto.

Durante siete años de existencia, Cine Móvil Toto ha realizado 450 funciones, impactando a 100 mil personas de escasos recursos.

A partir de 2019 la empresa fue tomando tracción a raíz de una mayor exposición, pero también derivado del interés de grandes empresas de financiar actividades de impacto social.

Sólo el año pasado, Cine Móvil Toto realizó 230 funciones, cuando al año estaban acostumbrados a dar entre 20 y 30.

“Los resultados que tuvimos en 2019 prácticamente duplicaron el número de funciones que habíamos logrado en cuatro años. Las grandes empresas ya no se enfocan únicamente en generar utilidades, ya están preocupadas por este impacto social- ambiental y entonces están volteando a ver a proyectos como Cine Móvil Toto”.

Para 2020, la compañía espera continuar con este ritmo de expansión y cerrar el año con 250 funciones, las cuales acaban de comenzar con el banderazo de la gira sur-sureste que visitará a 105 comunidades de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, impactando a 21 mil personas.

Aunado a esta aceleración, Cine Móvil Toto se encuentra buscando inversionistas y talento interesado en importar su modelo al mercado colombiano y más adelante a otros países latinoamericanos.

La compañía planea proyectar 250 funciones este año / Foto: Cortesía Cine Móvil Toto

“Creemos que en la mayor parte de los países latinoamericanos tenemos estas carencias de acceso a la cultura, entonces nos gustaría abrir una oficina en Colombia. Estamos creando todos los manuales de operación y de procesos para que no empiecen como lo hicimos nosotros desde cero. Estamos en esa transición, de dejar de operar como proyecto y empezar a operar como una empresa.

“No queremos estar en un complejo comercial y un lugar fijo, nos visualizamos como una plataforma verde de comunicación y queremos tener la mayor cantidad de pantallas posibles en México y Latinoamérica de forma itinerante que lleve al cine, mensajes sociales y de medio ambiente a todas la comunidades que no tienen acceso a ellos”.