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A pesar de sus beneficios, hay un problema grave con los grandes servicios de food delivery y, del cual, los consumidores no estamos enterados, explica el emprendedor chileno Rodrigo Segal, y es que al final del día los restaurantes han ido perdiendo poco a poco el control de su negocio.
“Con la pandemia se ha visto claramente. El problema es que los restaurantes han externalizado 100 por ciento de su negocio, no saben quién es el cliente que está comprando ni cómo volverlo a contactar. Dependen completamente de las aplicaciones y si se apaga una, quiebran. Ese análisis ha hecho que los restaurantes busquen nuevas formas de llegar a quienes quieren llegar”, platica.
Precisamente la plataforma que Rodrigo junto a su socio Nicolás López han creado pretende regresarle a los empresarios restauranteros el control sobre su destino en estos tiempos inciertos.
Justo es un ecosistema digital que habilita la presencia en la red de los restaurantes así como también les facilita el servicio de última milla para sus entregas.
Se divide en tres líneas de negocio. Primero, a través de Justo, los restaurantes crean de manera sencilla su propio sitio web habilitado para tomar órdenes en línea para recoger in situ o a domicilio. Segundo, Justo les provee a los restaurantes de repartidores independientes que se encargan de llevar los pedidos. Y tercero, la plataforma construye junto a los restaurantes una estrategia de marketing basada en presencia en redes sociodigitales y buscadores. Con este esquema, la plataforma facilita a los usuarios encontrar a los restaurantes en la red, conocer sus menús, realizar pedidos y recibirlos en la puerta de su casa.
Todos los restaurantes habilitados por Justo son parte de una misma red, por lo que los datos de pago y domicilio de los consumidores son portados de sitio en sitio, sin que tengan que registrarse para cada uno, haciendo más fluida la experiencia.
Las aplicaciones de food delivery han hecho un buen trabajo al enseñar a los restaurantes a tener presencia online
“Buscamos un servicio que solucione estas tres cosas y que nadie tenga que estar a cargo. Los restaurantes se olvidan de hacer tres contratos con tres proveedores distintos, apretando sólo un botón con un sólo contrato. Es el todo el que ha hecho que nos vaya bien”.
Según explica Rodrigo, el que los restaurantes tengan su propio sitio web ha ido recobrando relevancia entre los empresarios debido a los desequilibrios que la industria del food delivery ha generado.
Debido a las altas comisiones sobre el pedido que cobran plataformas como Uber Eats, Rappi o Sin Delantal, los restauranteros están buscando que los clientes compren directamente al comercio y sin intermediarios.
Y es lo Justo les provee, el cual dice cobrar la mitad del costo de las aplicaciones de food delivery y aportarles un servicio de mayor valor agregado.
Esto es importante, pues con ello los restauranteros pueden duplicar sus ingresos en medio de la pandemia, en la que se estima que 15 de cada 100 restaurantes han cerrado sus puertas según la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados.
“Las aplicaciones de food delivery han hecho un muy buen trabajo al enseñar a los restaurantes a tener una presencia online, así como al capacitar a repartidores y dotarlos de equipamiento. Todo el mérito para ellos.
“El punto es que todo este fenómeno trae una consecuencia negativa y es que los restaurantes pierden el control de su negocio. Hablamos de que los restaurantes tienen el control de su negocio cuando más de 50 por ciento de sus ventas dependen de sus propios canales y no estén externalizados por un tercero. Para nosotros es clave la recuperación del negocio”.
DE MINEROS A RESTAURANTEROS
Rodrigo y Nicolás son un par de ingenieros y emprendedores seriales cuyo mayor hito antes de Justo había sido la creación del exchange de criptomonedas Orionx, que a la postre se convirtió en uno de los de mayor tamaño de Latinoamérica.
Creado previo al boom del bitcoin de 2017, Orionx absorbió gran parte de la demanda por criptomonedas en ese entonces con lo que se ganó el liderato del mercado y la atención de la prensa internacional al albergar todo el intercambio de la criptomoneda nacional chilena “La Chaucha”, la cual llegó a valer en su mejor momento ocho mil dólares.
“Eso hizo que tuviéramos 60 mil usuarios y transacciones por 30 millones de dólares, vivimos una explosión de la noche a la mañana. El tema es que después de lo bueno, viene lo malo, fue cuando el Bitcoin cayó de 20 mil a cinco mil dólares y el Banco Central chileno mandó a todos los bancos cerrar las cuentas de todos los exchange. Eso nos hizo perder prestigio y volumen y terminamos por salirnos”.
Luego de esta experiencia, Rodrigo y Nicolás regresaron a trabajar en su agencia de software, a la que llegó un grupo de restauranteros que se habían organizado para crear un e-comerce fuera del ecosistema de los servicios de food delivery y así no pagar comisiones.
“Nos mostraron su dolor y fue un decir 'esto no es sustentable' porque los food delivery sirven para la primera orden y captar al primer cliente, pero no para retenerlos porque se pueden mover de un restaurante a otro.
“Salimos a buscar más clientes para saber si era un problema local o mundial y fue muy fácil comenzar a vender. El problema más grande que tenían los restaurantes no era la página web no era el marketing, sino que era la última milla y que era la principal razón de por qué tomaban las otras aplicaciones. Entonces, fue el momento que nosotros agregamos el servicio de logística con nuestros repartidores y eso cambió el estatus a un producto mucho más completo”.
Gracias a la incidencia de su producto, Rodrigo y Nicolás fueron aceptados en febrero de este año en la prestigiada aceleradora YCombinator de la cual han egresado emprendimientos como AirBnB, el procesador de pagos Stripe, y el mismo Rappi.
El apoyo de YCombinator, así como la explosión de servicios de e-comerce generada por la pandemia llevó a Justo a trabajar con mil restaurantes en Chile, un crecimiento de 14X y a multiplicar su fuerza de trabajo.
“Pasamos de ser una empresa que no existía a una que concentra 20 por ciento del mercado (del e-comerce de comida). Y con eso fue que decidimos también ir a probar a nuevos países que tengan culturas gastronómica ricas como México, en cualquier lado encuentras un restaurante de comida mexicana”.
PEDIR DIRECTO ES MEJOR
De acuerdo con el emprendedor, a pesar de que México cuenta con una industria restaurantera robusta, una base de repartidores bien capacitada, así como una rápida adopción de tecnologías entre los usuarios, la penetración del mercado ha resultado complicada.
“En Chile la Asociación de Emprendedores es muy fuerte políticamente y el chileno ya está muy acostumbrado a apoyar el emprendimiento. Y hasta ahora la barrera más grande que estamos viendo en México es concientizar al mexicano de que al pedir directo al restaurante, directo al emprendedor, lo está ayudando muchísimo. Pedir por apps es más cómodo, sí, pero hay que pensar en las consecuencias que hay detrás de ello.
“Es el desafío comunicacional con el que estamos trabajando porque queremos evidenciar el punto de que al ir a la página web directo del restaurante haces que duplique su ingresos. Esto ayuda la cadena completa, desde los proveedores hasta hasta el último empleado, porque en el fondo no está solamente el restaurante hacia abajo también sufren con este exceso de cobro de comisiones”.
Creemos que es momento de que los comercios retomen el control y recuperen el protagonismo que tanto merecen
La meta en México, dice, es llegar a las mil marcas trabajando en Justo antes de cerrar 2020, pero ésta sólo es posible con el respaldo de los consumidores y una concientización sobre lo que está aconteciendo en la industria.
“El tema nos preocupa mucho por los emprendedores mexicanos, el cómo apoyar el emprendimiento que es el motor de la economía. Llegan empresas gringas y se les apoya más que al emprendedor mexicano, y no tener el respaldo de la gente hace que sea muy difícil emprender. Es preocupante y nos encantaría provocar un cambio.
“La falta de apoyo creo que se debe a que no había nivelación tecnológica (entre restaurantes y plataformas), entonces nuestra apuesta es 'si nivelamos el ecosistema cambia'. Pero hay que empezar a transmitir el mensaje mientras hacemos el cambio”.
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