La torre de Le Grand se encuentra en el corazón de Interlomas, frente a nuevos condominios de lujo que se yerguen modernos y centros comerciales de última generación.
Sus pasillos y habitaciones asemejan más a un hotel de cinco estrellas que al de una residencia para adultos mayores. Un grupo de mujeres mayores vestidas como bailarinas de cabaret sonríe en la foto que adorna la estancia de descanso. Actividades, viajes y talleres diarios, servicio al cuarto de alimentos, atención médica las 24 horas y televisión satelital son cosa común en sus 14 pisos.
Aquí es donde parte del empresariado y el jet set mexicano viene a pasar sus últimos años.
"Es como vivir en un crucero, lleno de actividades, pero además con la parte médica", explican los hermanos Claudia y Andrés Portillo, directores generales de Le Grand Senior Living.
En entrevista con El Sol de México, los hermanos explican cómo es que pretenden llevar parte de esta experiencia premium a un público mucho más amplio y de menores recursos, con el fin último –dicen– de elevar la calidad de vida de los adultos mayores en México.
Originado hace una década por el empresario Andrés Portillo López, padre de Andrés y Claudia, Senior Living fue la primer empresa en importar a México desde Estados Unidos y Europa el modelo de residencias de lujo para adultos mayores.
Hasta ese momento –explican–, en el mercado para este segmento privaban los asilos y casas pequeñas dedicadas al cuidado de los ancianos.
La visión holística de geriatría de alta calidad y de desarrollo de la vida social y personal de las personas de la tercera edad, junto con estancias de lujo, aún no era una realidad en México.
"Se estaba construyendo este edificio y mi papá estaba viajando. Un día habló y dijo 'detengan el edificio porque vamos a cambiar el proyecto'. Mi papá toda la vida tenía en mente hacer una ciudad de viejos, antes quería hacer toda una colonia y al final se redujo a un edificio para adultos mayores.
"Fuimos a ver varios lugares en Estados Unidos, España, residencias geriátricas, y lo que hicimos fue tropicalizar los diferentes modelos que conocimos", explican los hermanos, quienes acudieron a la experiencia internacional para observar que en México hacía falta una propuesta de valor que le hiciera sentido a los adultos mayores más adinerados.
La familia Portillo es dueña de Grupo Apolo, empresa constructora desarrolladora de vivienda y espacios comerciales en la zona de Interlomas y Huixquilucan. La escala de la torre de Le Grand es una cosa rara en el negocio del cuidado de los adultos mayores en México, más acostumbrado a casas o villas de mucho menor tamaño.
"En realidad somos constructores, pero hace 10 años mi papá y mi hermano tuvieron la visión de hacer una residencia de adultos mayores porque en todo el mundo era una necesidad que ya estaba latente. Los adultos mayores son un nicho bien vulnerable y más porque no tenemos la cultura en México de ver una opción de una residencia como una opción positiva, antes de nosotros lo que se veían eran puros asilos.
"Lo que tiene esta residencia es que no es un asilo, es un edificio donde nos dedicamos a proveerles la mejor calidad de vida con expertos. El viejo es un público maltratado en muchos lados, entonces cuidamos eso. El nivel de servicio que te exige el mexicano es muy alto", explica Claudia.
MERCADO JOVEN
Según cálculos del gobierno mexicano, para 2030 se espera que la población mayor a los 60 años represente 20 por ciento del total en las principales ciudades del país.
Con muchas necesidades de servicios y bienes especializados, el segmento de la tercera edad es uno del que se espera mucho por su potencial para hacer negocios, según distintos observatorios económicos. La consultoría de mercados estadounidense BCC Research calcula que el mercado de productos y servicios para adultos mayores alcanzó en 2018 un tamaño de 436 mil millones de dólares sólo en los Estados Unidos y creció 6.4 por ciento desde 2013.
Según explica Andrés, el mercado residencial para el adulto en mayor en México ha ido expandiéndose con la llegada de nuevas cadenas americanas y españolas ante la oportunidad que representa este segmento.
Por ejemplo, el Grupo Presidente, identificado como un operador de hoteles de lujo desde hace un par de años opera la marca española de villas de retiro Ballesol en Querétaro, ante el potencial de este mercado.
"Demográficamente tendemos hacia una población que va a envejecer y va a tener esa necesidad. Va a ser un mercado muy importante y al que hoy México no está listo para darle servicio.
"Se está abriendo el mercado, (...) la gente ya se empieza a acostumbrar, ya no es un tabú, algo que temes, porque antes era el drama familiar porque te van a ir a botar a un asilo y te están abandonando. Hoy ya es una opción positiva porque se pueden ver los beneficios para el adulto mayor y toda la familia", dice.
Ante esta ola de oportunidades para inversionistas que buscan cómo entrar a un mercado altamente especializado Le Grand ha decidido comenzar a franquiciar su negocio y además ofrecer un servicio de certificación a establecimientos más pequeños.
Con el modelo de franquicias, Le Grand ayuda a inversionistas a proyectar, construir, adaptar y operar nuevas residencias para adultos mayores.
Con el respaldo de la marca, los franquiciatarios contarán con su know how para entrar a un negocio altamente regulado y con necesidades muy específicas como lo es el cuidado de los adultos mayores.
Según los hermanos, el modelo ya ha levantado el interés de inversionistas quienes podrían llevarse el modelo de Le Grand Senior Living hacia la frontera norte y destinos de playa para la atención del mercado nacional y del proveniente de Estados Unidos.
"Nosotros los apoyamos antes de tomar decisiones de inversión para que lo hagan bien desde el principio. Si yo hubiera tenido hace 10 años alguien que me asesorara hubiera evitado mucho estrés, mucho tiempo y mucho dinero.
"Es transmitir esta experiencia y cómo la empaquetamos de una forma que pueda beneficiar a promotores que tengan esta visión de generar un negocio", dice.
NO TODO ES DINERO
Además de un constructor y operador de la residencia para adultos mayores, Andrés se ha reinventado en un gurú de un estilo de vida positivo y de la importancia de la empatía.
Como comentarista habitual en programas con audiencia masivas como el de "Hoy" de Televisa, o impartiendo talleres a grupos particulares y en empresas, Andrés es un promotor de su propio método de coaching para potenciar el liderazgo y la fuerza de voluntad en las personas.
Con este antecedente Andrés se detiene especialmente en la certificación de establecimientos pequeños que pretenden llevar a cabo, un negocio diferente a las franquicias.
Con las licencias que Senior Living ha comenzado a comercializar, casas de retiro o asilos ya establecidos pueden ser certificados bajo estándares rigurosos de cuidado de los ancianos, atención médica y procedimientos.
Con esto se asegura que la experiencia que se brinda en Le Grand pueda ser replicada en espacios de menor costo.
"Lo que nos empujó a hacer esto fue la expansión del mercado, pero también porque hay muchas residencias que no cubren los estándares mínimos.
"Hay gente que ha llegado y dice 'no me alcanza pero dónde me recomiendas llevar a mi papá' y de pronto no tenemos la certeza de dónde podríamos recomendar. No todo es negocio, hay otra parte en la que sí podemos compartir para que mejoren todos esos lugares que hoy existen y que le van a dar asilo a mucha gente. Eso es también uno de nuestros motivadores", dice Andrés.
Refiere que ante la explosión que se avecina del mercado de la tercera edad es una necesidad real que los prestadores de servicio de todos los rangos económicos estén bien entrenados y puedan ofrecer experiencias a los adultos mayores de calidad, que enriquezcan sus vidas sin importar cuántos ceros hay en sus cuentas de banco.
"Estamos conscientes de que la vejez nos llega a todos. Hay residencias muy caras y hay asilos económicos, nuestro intención es apoyar a cualquier nivel, no tienen que ser una residencia de lujo, lugares que ya están establecidos y que sí le podemos dar mayor calidad de vida al adulto mayor en México y nuestra intención es compartir nuestra experiencia.
"A veces hacer negocios no sólo es cosa de dinero, también es cosa de personas y sus vidas. Si esto fuera sólo negocio ya habríamos abierto varios lugares, pero más allá esto es un proyecto que nos llena, que nos hace crecer y genera un bienestar para las personas", finaliza Andrés.