La economía mexicana inició el año con el pie izquierdo. En enero pasado, la actividad económica se contrajo 0.7 por ciento respecto al mismo mes de 2019, lo que significó su mayor caída para un inicio de año en más de una década.
De acuerdo con el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), esta contracción se debió a resultados negativos en las actividades industriales y en las de comercio y servicios.
Según el Inegi, en el primer año las actividades secundarias, que tienen que ver con industrias como las de manufactura y construcción, se contrajeron 1.7 por ciento, mientras que las actividades terciarias, como el turismo, cayeron en 0.2 por ciento.
Solo las actividades primarias, que son las agropecuarias, mostraron un resultado positivo al crecer 1.3 por ciento a tasa anual.
En su comparación mensual, el IGAE mostró un estancamiento al registrar un resultado de cero, cuando analistas de Citibanamex esperaban un ligero incremento de 0.1 por ciento.
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