La agencia calificadora Moody’s mantuvo la perspectiva negativa para el sistema bancario de México, ya que la economía nacional tardará más de dos años en recuperarse de la caída del 8.2 % sufrida en 2020.
"En México, la actividad económica tardará más de dos años en alcanzar niveles prepandémicos, lo cual afectará a bancos y deudores", explicó la agencia de consultoría en una nota de prensa.
▶️ En 2021 se crearán 300 mil empleos formales en México, pero serán insuficientes: Ve por Más
Moody’s alertó de que los riesgos de activos aumentarán ante medidas de apoyo limitadas y la finalización de los períodos de gracia, pero serán mitigados gracias a las elevadas reservas para pérdidas crediticias creadas en 2020 y un adecuado nivel de capitalización.
La rentabilidad del sector, según la calificadora, se verá favorecida por el amplio poder de fijación de tasas de los bancos y la reanudación del crecimiento de los créditos, que se centrarán en las industrias que exportan hacia Estados Unidos.
"La fuerte liquidez y el fondeo basado en depósitos de clientes siguen siendo fortalezas crediticias clave de los bancos mexicanos", consideró.
México sufrió en 2020 con una contracción del 8,2 % la peor caída en el producto interno bruto (PIB) desde la Gran Depresión de los años 1930, fruto de la pandemia de covid-19, pero el Gobierno espera un crecimiento de más del 5 % en 2021.
Chile, Brasil y Perú
Asimismo, Moody’s mantuvo una perspectiva negativa para el sistema bancario de Chile porque "la creciente presión sobre la fortaleza fiscal del Gobierno limitará su capacidad para apoyar a los bancos en escenarios de estrés".
Pese a que en los próximos 12 a 18 meses los bancos chilenos se beneficiarán de la calidad de sus activos y de una recuperación mayor a la esperada, se verán impactados en la expansión de su cartera de créditos por "la incertidumbre en torno al empleo, el proceso constitucional y la próxima elección presidencial".
Por el contrario, Moody’s cambió la perspectiva de negativa a estable para los sistemas bancarios de Brasil y Perú.
El sector bancario brasileño verá una debilitación de sus activos por el fin del apoyo gubernamental y por la elevada tasa de desempleo, pero su "fuerte liquidez respaldará un crecimiento moderado en 2021" y su capitalización se mantendrá estable.
▶️ Mantente informado en nuestro canal de Google Noticias
"Sin embargo, la competencia y las bajas, pero crecientes tasas de interés seguirán presionando los márgenes", alertó la agencia.
En Perú se dará un bajo crecimiento de los créditos en el largo plazo por peores condiciones sociales, medidas populistas y demoras en la vacunación, aunque la recuperación esperada del crecimiento económico y los amplios paquetes de apoyo contribuirán a la calidad de los activos de los bancos locales e impulsarán la rentabilidad.