Productos derivados del puerco encarecieron hasta 390 por ciento entre la primera quincena de diciembre de 2020 y el mismo lapso de 2021, según datos de la Secretaría de Economía. Es el caso del jamón de puerco que pasó de un precio promedio de 73.5 pesos a 361 pesos en la zona del Valle de México, de acuerdo con el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM).
El ganado porcino de a pie, es decir, el animal vivo para su venta, experimentó un incremento en su precio de 77 por ciento en las principales ocho zonas productoras en el país.
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El mayor aumento se dio en los puercos provenientes de Veracruz, que aporta 10.75 por ciento del volumen total que se comercializa en el centro del país. El ganado porcino pasó de un precio de 35 a 218 pesos el kilogramo de cerdo "supremo", 523 por ciento más a tasa anual.
En contraste, los cerdos con destino de origen Jalisco y Puebla, que concentran la mitad del ganado que se vende en los principales rastros, incrementaron 7 y 5.6 por ciento, respectivamente.
Por su parte, el precio de la carne en canal de puerco, que se refiere a la carne a granel sin piel, redujo 2 por ciento su precio, al pasar de un costo de 51 a 50 pesos entre diciembre de 2020 y el mismo mes de 2021, mientras que el cerdo en capote retrocedió 3 por ciento en el mismo periodo, al pasar de 59.50 pesos el kilogramo a 57.50 pesos.
De acuerdo con datos de Profeco el kilogramo de cabeza de cerdo tiene un precio mínimo de 32 pesos, máximo de 65 y un promedio de 46.36 pesos.
La chuleta de puerco mostró un repunte de 2 por ciento, el espinazo de 12 por ciento, el lomo de 6 por ciento, las manitas de 38 por ciento, la pierna 3 por ciento y el filete 12 por ciento.
Los insumos aumentaron también. Algunos como arroz, soya, trigo y maíz amarillo, que son base de alimentación para los distintos mercados pecuario, tuvieron sus mayores incrementos desde mayo de 2020.
También influyen en el incremento de los precios de los alimentos de la canasta básica como la carne de puerco los aumentos a los precios de los energéticos, que encarecen principalmente el transporte, y el tipo de cambio que ha depreciado la moneda nacional frente al dólar, lo que hace mayor el alza de los precios en ciertos insumos y productos básicos.