El candidato presidencial que resulte ganador de la elección de ayer enfrentará un limitado margen de maniobra. Le espera una administración federal endeudada y con ingresos públicos a la baja.
La deuda pública, medida a través del Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, aumentó de 37.2 a 45.5% del Producto Interno Bruto (PIB), de 2012 a la fecha. En el mismo lapso, los ingresos presupuestarios bajaron de 22.3 a 20.8%, de acuerdo con datos de la Secretaria de Hacienda (SHCP).
"Al margen de quien vaya a encabezarlo, el próximo gobierno tendrá un acotado margen de maniobra, pues los beneficios de la reforma fiscal de 2014 ya se erosionaron", dijo Mario Morales, presidente de la Comisión Fiscal del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).
Datos de la propia SHCP señalan que los ingresos públicos obtenidos a través del pago de impuestos de los ciudadanos para finales de este año representarían 12.7% del PIB, mientras que en 2016 constituyeron 13.5%, como resultado de las ventajas que arrojó la reforma fiscal.
Las previsiones de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) apuntan que la recaudación en México es de las más bajas en el bloque económico (por debajo del promedio de 34.3%), e incluso entre países de América Latina (22.7%).
La organización encabezada por José Ángel Gurría advierte que la escasa recaudación de impuestos (derivada, en parte, de las numerosas exenciones en que aplica el Impuesto al Valor Agregado) limita el margen de maniobra del gobierno mexicano lo cual, advierte la OCDE, será una condicionante para la siguiente administración federal.
El bloque económico señala que la estrechez de recursos públicos tomará mayores dimensiones porque en México el impuesto corporativo es de 30%, mientras que la tendencia mundial es a la baja (24% es el promedio de los países de la OCDE), por lo que resulta necesario ampliar la base gravable del IVA para reducir la carga impositiva a las empresas.
Mario Morales, especialista del IMCP, coincide en que una nueva reforma hacendaria será una de las principales tareas que deberá concretar la siguiente administración para poder bajar el ISR y homologar la tasa del IVA; de lo contrario, señala, se tendría que recurrir a deuda, como lo hizo la presente administración.
La deuda pública (medida a través del SHRFS) cerraría este año en 45.5% del PIB, es decir, 8.3 puntos arriba de como la recibió el actual gobierno. Sin embargo, el nivel más alto se registró en 2016, cuando llegó a 50.2%, pero los remantes de operación que entregó el Banco de México contribuyeron a revertir la tendencia.
Con datos absolutos, el SHRFSP alcanzó al cierre de abril pasado un valor de nueve billones 301 mil millones de pesos, es decir tres billones 411 mil arriba de los cinco billones 890 mil en que comenzó la presente administración federal.
Por lo anterior, es claro que el siguiente gobierno enfrentará importantes retos en materia de finanzas públicas.
LA MICROECONOMÍA
En lo que va de la presente administración federal, los precios de los energéticos aumentaron más que los salarios mínimos.
Las gasolinas Magna y Premium aumentaron 76% en promedio, y el gas Licuado de Petróleo (gas LP) repuntó 61.6%, pero los salarios mínimos avanzaron apenas 45.6% (de 60.66 a 88.36 pesos diarios.
Sólo el año pasado, el poder adquisitivo cayó 2.0% (según estimaciones del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, IDIC), pues la inflación alcanzó un histórico de 6.77% (el mayor repunte desde el año 2000), mientras que para 2017 se aprobó un alza a los salarios mínimos de apenas 3.9%.
Incluso, en enero de 2017 (cuando entró en vigor la liberación de los precios de la gasolina y el dólar alcanzó un máximo histórico de 21.93 pesos ante la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos), el Índice de Confianza del Consumidor se desplomó a 68.5 puntos, lo que representó su peor nivel del que se tenga registro (en 15 años).
Los mercados de futuros sugieren presiones adicionales de la evolución de precios de gasolina y gas doméstico. Los aranceles recientes a las importaciones de algunos artículos de los Estados Unidos tener un impacto en los precios. En vista de lo anterior, la convergencia de la inflación con el objetivo puede tomar más tiempo de lo esperado. Política monetaria bajo la normalización de la Fed y otros desafíos Por lo tanto, el balance de riesgos para la inflación se inclina al alza.