Los trabajadores de la fábrica de Audi en Bruselas que "confiscaron" las llaves de 200 coches de alta gama para tratar de forzar a la dirección de la empresa a negociar un futuro para el centro desoyeron el plazo que expiraba hoy para devolverlas y se enfrentan a una posible denuncia.

Ante esta situación de bloqueo, el ministro federal de Empleo, Pierre-Yves Dermagne, pidió hoy a cada una de las partes en el conflicto social en curso en Audi Bruselas que "entable un diálogo constructivo".

Las llaves fueron "confiscadas" el jueves pasado por el personal, que pide "claridad" sobre el futuro de la fábrica de automóviles, después de que dos días antes se supiera que el Grupo Volkswagen no quiere fabricar un nuevo modelo en Bruselas.

Según los sindicatos, Audi tenía previsto retirar los 200 coches de la fábrica para llevarlos a concesionarios. Pero los sindicatos quieren impedir que los vehículos abandonen la fábrica, por lo que decidieron guardar las llaves "en lugar seguro", según afirmaron.

La dirección, que decidió parar la producción temporalmente hasta que no se resuelva el asunto, había dado de plazo hasta el mediodía de hoy para que aparecieran las llaves, algo que no se ha producido.

Los sindicatos dijeron, por su parte, que estaban dispuestos a discutir, pero bajo ciertas condiciones.

Durante la jornada se produjeron momentos de cierta tensión. Unos cien trabajadores de la fábrica de Audi se concentraron esta mañana frente a la planta y quemaron neumáticos para protestar contra la decisión de la empresa de cerrar la producción temporalmente y no fabricar un nuevo modelo en Bruselas.

En una de las dos hogueras, los participantes formaron el símbolo de Audi con unos neumáticos y antes de prenderles fuego lo cubrieron con un jersey blanco en el que escribieron: "Sed honestos con nosotros, somos una familia".

En declaraciones a EFE, Felice Di Franco, un trabajador de la empresa con 27 años de antigüedad, pidió que la comunicación entre la empresa y los trabajadores mejore.

"Tenemos delegados sindicales, representantes sindicales, pero hasta ahora no ha habido ninguna respuesta a nuestras preguntas", señaló Di Franco.

El trabajador criticó el modo en el que, según él, la empresa se ha comunicado en los últimos meses con los trabajadores: "Nos dicen simplemente: te quedas en casa, vienes a trabajar, cerramos la planta, esa es la comunicación que hemos tenido, eso es todo. Y ahora amenazan con no pagar a la gente, aunque estén obligados a hacerlo".

Las entradas a la empresa permanecieron este lunes cerradas con candado, como comprobó un agente judicial desplazado a la planta.

A principios de julio, el fabricante alemán anunció una reestructuración de la planta poniendo el fin a la producción del Audi Q8 e-tron, el único modelo que se fabrica en las instalaciones, una decisión que supondría el despido de unos mil 500 empleados en una primera fase.

Posteriormente, el comité extraordinario de la empresa decidió que Volkswagen no asignaría ningún modelo a Audi en los próximos años, lo que significaría el cierre de la planta de Audi en Bruselas, algo "inaceptable" para los sindicatos, que tenían previsto comenzar las negociaciones con la empresa tras la pausa estival.

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Las previsiones de Audi anticipaban una caída de los volúmenes del Q8 e-tron del 60 por ciento en 2024 y del 70 por ciento en 2025, según los sindicatos.

Además, la producción terminaría por completo en 2025, ya que en 2026 y 2027 no seguirían fabricándose Q8 e-tron en Bruselas.