En Sinaloa, los agricultores buscan cada vez más la tecnología y sustituyen el uso de avionetas para la aplicación de insumos como nutrientes, fertilizantes y protección de cultivos, por la utilización de drones.
Entre las principales ventajas que provee un dron están la alta precisión topográfica (de un centímetro), que permite la recolección de datos de grandes áreas con alta resolución y completa georreferencia.
Además, mediante el uso de índices ópticos relacionados con factores de estrés es posible hacer el reconocimiento de malezas.
Ofrecen información precisa para diagnosticar sí los cultivos presentan óptimo desempeño fotosintético, sí tienen deficiencias de algún nutriente en particular o/sí están bajo estrés hídrico.
Tienen capacidad de convertir las imágenes que registran en mapas para posteriormente realizar la aplicación de fertilizantes e identifican las características relevantes del terreno.
El uso de drones no presenta riesgo para los trabajadores. Son una opción limpia y de precisión, donde libera exactamente la cantidad de producto que se necesita, precisa el equipo técnico del Centro Logístico Pacífico Norte del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
Se detalla que una avioneta en promedio rocía un litro de fertilizante diluido entre 60 y 70 litros de agua; mientras que un dron, de acuerdo al modelo, puede variar la cantidad rociada con un mínimo de 10 litros de agua por cada unidad de fertilizante. Esto es, mezclas más concentradas.
Lo que se refleja en un ahorro en los costos de producción y sí se complementa con otras herramientas como los sensores ópticos, que ayudan a suministrar dosis óptimas de insumos sin afectar su rendimiento, se pueden lograr ahorros muy significativos.
Se hace énfasis en que la tecnología de los drones agrícolas mejora con el tiempo y con ello, los agricultores pueden elevar su productividad y rentabilidad y conservar a su vez, el medioambiente.
En Sinaloa, cada vez es más común ver drones sobrevolando los campos agrícolas. Y no se limitan a la recolección de información sino que al incorporar accesorios como cámaras térmicas o termográficas, hacen posible cubrir otras tareas.
Entre otras, la detección y diagnóstico de plagas y enfermedades; zonificación de las parcelas, detección de problemas en el riego. Además de la aplicación de nutrientes, fertilizantes y productos para protección de las cosechas.
En el caso de las avionetas, no realizan una distribución uniforme en la aplicación de insumos. Incluso la mayoría de los tratamientos que se realizan a nivel parcela mediante bombas manuales, generan un gran margen de error.
Respecto a los drones, tienen varios motores y cada uno se puede manejar de forma independiente y controlar así la velocidad de cada rotor para moverlo en cualquier dirección.
De ese modo, los sistemas de posicionamiento se combinan y hacen georreferenciados precisos.
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