Ante el incremento de hackeos en las compras en línea algunas plataformas han optado por métodos de autenticación como la biometría, basados en datos recabados por el teléfono celular.
No obstante, para Adolfo Loera, presidente del Consejo de Administración de Biometría Aplicada, estos métodos limitan la seguridad de la operación porque si el teléfono está desbloqueado y la aplicación tiene una sesión abierta, cualquiera puede hacer compras.
“Lo ideal sería que hoy los bancos, a través de las plataformas y aplicaciones de pago, solicitaran al usuario un token de un solo uso y que validaran, con alguna biometría, su autorización para hacer el pago”, señaló el especialista.
De acuerdo con Biometría Aplicada, el disparo del comerció electrónico en el país llevó a la evolución en los hábitos de consumo que atrajo la atención de la delincuencia cibernética, que rápidamente identificó las brechas de seguridad entre los usuarios, tiendas en línea y bancos.
Datos de la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO) señalan que entre 2019 y 2020 el comercio electrónico tuvo un alza de 81 por ciento y alcanzó un valor de mercado de 316 mil millones de pesos en el país. Además, casi una de cada 10 compras se realizan a través de una página web o una aplicación.
Artículos de moda, como ropa y zapatos, así como electrónicos, están entre las mayores preferencias de compras en línea de los mexicanos, al tiempo que son los artículos donde más reclamos hay por cargos no reconocidos.
En el último año, las quejas por consumos no reconocidos vía internet aumentaron 170 por ciento, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Codusef).
Loera apuntó que ante el éxito del comercio electrónico en México, la industria debe trabajar en herramientas que protejan a consumidores y tiendas.