El sector agroalimentario está en crisis debido al problema de desabasto de combustible que se vive en el país, aseguró Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
“Estamos en emergencia. De principio le damos nuestro total apoyo al gobierno, pero sí reconocemos que estuvo muy mal manejada la comunicación y la implementación también”, dijo a El Sol de México sobre la estrategia del gobierno federal contra el robo de combustible.
Según un cálculo de la organización, los problemas en la distribución de combustible han causado pérdidas por cinco mil 500 millones de pesos en las últimas dos semanas y media. Este monto se triplicará en caso de que no haya una pronta solución.
“Si sigue esto así una semana o dos semanas más, ya veremos un desabasto importante de comida, entonces vamos a estar en serios problemas y con grandes repercusiones para el campo”, comenta De la Vega.
El impacto, explica el empresario, no es sólo para la cadena productora, los consumidores también están siendo afectados con incrementos de entre 30 y 150 por ciento en el precio de productos perecederos, como el tomate, chiles, limón y aguacate.
Las centrales de abasto del país tienen problemas para surtir sus bodegas y también vender sus productos, lo que está presionando la oferta.
“En la Central de Abasto de la Ciudad de México, que mueve 40 por ciento de los perecederos del país, los inventarios se están echando a perder y la gente no está yendo a comprar, porque no se desplazan por falta de combustible”, advierte.
Incluso, admite, empresas del sector han recurrido a las compras en el mercado negro de combustible para evitar que sus unidades permanezcan hasta 24 horas en las estaciones para poder cargar. Esto, dice, encarece el traslado de los alimentos y repercute en el bolsillo del consumidor.
El empresario estimó que si el problema se extiende dos semanas, el sector agroalimentario de México se va a enfrentar a una “crisis histórica, sin precedentes para muchos productores y los consumidores. Va a empezar a haber un desbasto”.
NIEGA WALMART DESABASTO
Ayer, la cadena minorista Walmart negó que hasta ahora haya desabasto de productos en sus tiendas, aunque reconoció algunos retrasos en las entregas de pedidos.
“Podemos tener ciertos retrasos en las entregas de pedidos en línea, así como de algunos proveedores que lo hacen de forma directa, sin embargo, invitamos a las familias mexicanas a que eviten las compras de pánico, ya que contamos con el abasto suficiente”, dijo la empresa en un comunicado.
En tanto, la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) rechazó que alguna de las 106 cadenas socias haya sufrido impactos como el retraso en pedidos.
No obstante, Bosco de la Vega dejó claro que los productos con más rotación en los mercados y tiendas son los precederos y reconoció que ahí “tenemos en focos rojos”. “En las tiendas departamentales están bajando las ventas entre 15 y 25 por ciento, mientras que el abastecimiento está bajando casi 35 por ciento. Si esto sigue por más tiempo al rato los supermercados van a tener un problema de abastecimiento serio y no va a haber productos del campo”, aseveró.
Informó incluso que los limoneros de Michoacán reclamaron que están trabajando a la mitad de su capacidad porque no hay combustible, y eso afecta la distribución y exportación de su producto hacia toda la República Mexicana.
Finalmente, De la Vega señaló que alrededor de 90 mil toneladas de alimentos perecederos están en riesgo de echarse a perder por no transportarse a tiempo.
ESTRATEGIA DESORGANIZADA
El presidente del CNA reconoció la voluntad del gobierno de combatir el robo de combustible, que causa pérdidas por tres mil millones de dólares al año, pero calificó a la estrategia como “un cuello de botella mal organizado”.
En su opinión, el gobierno ha estado dando información directa, aunque poco clara.
“Nos hablan de que esto se va a arreglar, pero no tenemos la seguridad y hay un problema de desabasto. Ya estamos en focos rojos y lo siguientes es paralizarnos”.
Pidió a la administración de Andrés Manuel López Obrador un esfuerzo extraordinario y aseveró que los gobiernos locales y el sector productivo están dispuestos a sumarse para acabar con este programa, pero sin verse afectados.
“En el campo necesitamos que resuelvan, los felicitamos por la decisión (de combatir el delito), pero no podemos aguantar más”, concluyó.