Los cambios en la dirección que tomará el sector energético durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador incrementarán el protagonismo de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la extracción del hidrocarburo, pero también aumentarán la presión sobre sus finanzas, advirtió la calificadora Standard & Poor’s.
En un documento titulado ¿Cuáles son los riesgos para el gobierno actual de México?, la agencia precisó que el plan frenó el ingreso de inversionistas privados para apoyar las actividades de exploración, desarrollo y producción del país.
“El gobierno continúa cumpliendo los contratos existentes con empresas privadas, pero canceló futuras rondas de licitación hasta nuevo aviso. Su estrategia considera un mayor rol para Pemex y una participación limitada de empresas privadas, limitándolas a contratos de servicio y restringiendo las licitaciones (ofreciéndolas solamente a las firmas elegidas) para proyectos específicos”, abunda.
Por ello, la nueva estrategia pone mayor presión a Pemex, que es la petrolera más endeudada del mundo con un pasivo estimado en 105 mil millones de dólares.
“A la par, la paraestatal vive las consecuencias de muchos años con ineficiencias operativas, debilidades administrativas, corrupción y un débil desempeño. También afronta una elevada carga fiscal (regalías e impuestos) establecida por el soberano”, detalló la calificadora.
La calificadora recordó que en marzo pasado redujo el perfil crediticio individual a “b-“, debido al incremento en los perfiles de riesgo tanto en el plan de negocios y las finanzas de la empresa, lo que compromete su capacidad de incrementar las actividades de exploración, producción, transporte, distribución y venta de petróleo, que es su principal negocio.
S&P señaló que el Producto Interno Bruto del ramo presenta una caída constante desde 2005, lo que refleja una baja en la producción de petróleo, que en 2018 cerró en un promedio de 1.8 millones de barriles diarios, desde un máximo de 3.4 millones alcanzado en 2004.
El sector “representó cuatro por ciento del PIB de México el año pasado frente a ocho por ciento en 2008. En 2013, el gobierno anterior abrió el sector de energía a la inversión privada y estableció una orientación más comercial a Pemex. México inició rondas para la exploración de petróleo y gas, contrayendo compromisos por varios miles de millones de dólares de inversión con el sector privado”.
Por ello, abundó que los anuncios de respaldo financiero para Pemex no alcanzan para sus necesidades de inversión, aunque la semana anterior el subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, dijo que este mes presentarán otro plan de apoyo.