Hernán Lacunza es el nuevo ministro de Hacienda de Argentina. Ayer juró en el cargo en medio de una turbulencia financiera.
El presidente Mauricio Macri nombró a Lacunza, para sustituir a Nicolás Dujovne. El nuevo funcionario prometió estabilizar el mercado cambiario y cumplir la meta de equilibrio fiscal. "Es lo mejor que podemos hacer por las familias de menores ingresos", dijo.
El mensaje no fue bien recibido por el Mercado de Valores (Merval), que concluyó la sesión de ayer con una caída de 10.5 por ciento, que se suma a otras seis jornadas de altibajos que iniciaron el lunes de la semana pasada, debido a las elecciones primarias presidenciales del domingo 11 de agosto, en las que el actual presidente perdió con Alberto Fernández, el candidato de centroizquierda.
El peso se recuperó ayer 0.47 por ciento para cerrar en 54.74 unidades por dólar, pero la semana pasada se derrumbó casi 18 por ciento y empezó a alimentar una inflación que antes de la victoria opositora se ubicó por encima de 55 por ciento anual.
La apabullante victoria de la oposición en las elecciones primarias disparó la crisis, al dejar al neoliberal Mauricio Macri, el favorito de los mercados, casi sin posibilidades de reelegirse.
Al día siguiente de la votación, el peso, los bonos y la bolsa local cayeron por la falta de confianza de los inversores, que el gobierno de Macri intenta recobrar ante una crisis que amenaza la gobernabilidad.
Además, Alberto Fernández consideró que el gobierno está en una situación compleja. “El daño que se ha hecho difícilmente se puede reparar en dos meses”, dijo después del nombramiento de Lacunza.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que Argentina firmó el año pasado un acuerdo para recibir un crédito por 57 mil millones de dólares, señaló que sigue de cerca la situación del país sudamericano, y que un equipo del organismo viajará "pronto" para revisar el programa.