La Casa Blanca descartó que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) esté "muerto", tras el rechazo de México y Canadá a las propuestas de Estados Unidos para equilibrar el déficit comercial que mantiene con sus dos socios, aunque insistió en que es un "mal acuerdo".
“Todavía no”, respondió la vocera presidencial Sara Sanders, al preguntarle si la negativa expresada por los dos gobiernos durante la cuarta ronda de negociaciones que se celebró en esta capital, selló la suerte sobre la supervivencia del acuerdo.
Sanders hizo eco de la postura que el presidente Donald Trump ha mantenido sobre el TLCAN, insistiendo en que “ha sido un mal acuerdo, y él quiere asegurarse que tengamos un acuerdo que beneficie a los trabajadores estadunidenses, y eso es a lo que está enfocada esta administración”.
Al final de la ronda, el representante comercial de la Casa Blanca, Robert Lighthizer, acusó a México y Canadá de rehusarse a aceptar propuestas que permitan reequilibrar los déficits comerciales que son desfavorables a Estados Unidos.
En una rueda de prensa realizada la víspera, Lighthizer dijo que “todas las partes” deberían adoptar una postura razonable, reconociendo que existe una oportunidad para que estas negociaciones sean exitosas, si se acepta la propuesta de su gobierno.
A pesar de las diferencias, los tres países reportaron avances en algunos temas y expresaron su compromiso de alcanzar un acuerdo en un razonable periodo de tiempo, que podría extenderse hasta el primer trimestre de 2018.
En su declaración conjunta al término de la ronda, los tres países destacaron la concreción sustancial de las discusiones en el capítulo de competencia y avances en aduanas y facilitación comercial, comercio digital, y prácticas regulatorias, entre otros.
Sanders manifestó que su gobierno continuará empujando su agenda “y si no podemos llegar ahí, les vamos a hacer saber cuáles son las probabilidades (de que el acuerdo sobreviva)”.
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