Luego de la crisis en la que la inmobiliaria China Evergrande Group se encuentra, anunció que ha reanudado trabajos en más de 10 proyectos de seis ciudades, incluida Shenzhen, una comunicación que se conoce después de que a última hora de la semana pasada pareció evitar el incumplimiento de un pago de cupones de bonos.
Evergrande, sumida en una profunda crisis con más de 300 mil millones de dólares en pasivos, no ha revelado cuántos de sus mil 300 proyectos inmobiliarios en toda China ha tenido que paralizar.
La empresa dijo el 31 de agosto que algunos proyectos se habían suspendido por retrasos en el pago a proveedores y contratistas y que estaba en negociaciones para reanudar la construcción.
El domingo, dijo en un post en su cuenta de Wechat que algunos de los proyectos en los que había reanudado las obras habían entrado en la fase de decoración interior, mientras que se había terminado la construcción de otros edificios.
Evergrande añadió que sus esfuerzos por garantizar la construcción apuntalarían la confianza del mercado e incluyó varias fotos de trabajadores en diferentes proyectos, con la hora y la fecha sobreimpresas.
El segundo promotor inmobiliario de China también prometió el mes pasado a los posibles compradores que terminaría la construcción de sus viviendas y dijo que las obras de uno de los mayores estadios de fútbol del mundo, en la ciudad sureña de Cantón, avanzaban según lo previsto.
Los problemas de Evergrande han repercutido en todo el sector inmobiliario chino, de cinco billones de dólares, que representa una cuarta parte de la economía según algunas mediciones, con una serie de anuncios de impagos, bajas de calificación y caída de los bonos corporativos.
La crisis de la deuda también está siendo observada por los mercados financieros mundiales, a los que les preocupa un contagio más amplio.