SAO PAULO, Brasil. Los fabricantes de automóviles en Brasil advirtieron sobre la amenaza de los autos baratos importados desde México, ya que el fin de un tope para el sector en el comercio bilateral representa un nuevo desafío para el predominio de la manufactura local en el mercado más grande de Sudamérica.
Las filiales brasileñas de compañías globales como General Motors, Volkswagen y Fiat Chrysler Automobiles (FCA), cuyas plantas locales se han beneficiado durante mucho tiempo por altos aranceles, afirmaron a través de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea) que les costó igualar los bajos costos de producción de México.
La advertencia de Anfavea replica las preocupaciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los sindicatos estadounidenses sobre la amenaza que representan las cada vez más eficientes fábricas mexicanas que cuentan con trabajadores con salarios más bajos.
Brasil y México acordaron en marzo abrir el comercio para vehículos livianos tras años de contener los volúmenes. México ha buscado diversificar sus socios comerciales desde que Trump advirtió del posible fin del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Ejecutivos de Anfavea dijeron que presentaron al Gobierno brasileño un estudio comparativo de los costos de producción y las cargas tributarias de las plantas en México y Brasil para resaltar el desafío.
"Tenemos una industria muy moderna en Brasil", dijo Luiz Carlos Moraes, ejecutivo de Mercedes Benz que asumió la presidencia de Anfavea. "Podemos atender nuestro mercado. Es lo que defendemos".
Pero la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) desconoció la postura de su contraparte.
"Tuvimos una reunión con Anfavea y nunca hubo un pronunciamiento como el que usted me está mencionado", dijo el martes el presidente de AMIA, Eduardo Solís, en conferencia de prensa.
"No hemos sentido esa preocupación que usted manifiesta que pudiera suceder. Estamos en libre comercio", agregó.