Bernat Farrero es un emprendedor español que ha puesto en marcha 12 empresas en distintas ramas del capital venture, algunas de ellas respaldadas por Silicon Valley.
Se muestra reacio a elegir una veta de negocio en la que apostaría todo su dinero, pero de lo que sí está seguro es de que la tecnología se ha convertido en el nuevo orden de las cosas en el mundo de los negocios.
"Nos encontramos constantemente con organizaciones que nos cuelgan el teléfono y donde nos dicen 'no vamos a cambiar nada aquí.
"En México hay que enseñarles que hay otra forma de trabajar, que tienen que añadir valor de otra manera, porque si no la tecnología, que es una fuerza imparable como la gravedad, te hará desaparecer", sentencia.
La empresa a la que se ha dedicado casi de tiempo completo en los últimos tres años, Factorial RH, busca inyectar esta fuerza de cambio en la que se ha convertido la tecnología digital en una de las áreas más arcaicas de las empresas, las de recursos humanos.
Como Bernat la explica, Factorial es una plataforma de recursos humanos que simplifica y automatiza "todo lo automatizable en el área y centraliza y transparenta toda la data que genera".
En ella las empresas automatizan las evaluaciones de desempeño de los empleados, planifican los turnos de trabajo, gestionan todos los documentos de la empresa y personal, las asistencias, los gastos y las vacaciones.
Por ejemplo, en ella los empleados simplemente someten sus reportes de ausencias por enfermedad avaladas por médicos mientras que la plataforma da fe del proceso y avisa a las partes interesadas. También en ella los empleados toman sus evaluaciones y obtienen los resultados.
Aunque la plataforma puede ser utilizada por cualquier tipo de empresa, ésta se enfoca en aquellas con menos de 500 trabajadores por ser este sector el más necesitado de automatización administrativa a bajo costo.
Al quitarles la carga de procesos administrativos que sólo consisten en hacer reportes –explica Bernat– las áreas de recursos humanos se pueden encargar de actividades que realmente aportan valor a sus trabajadores, como velar por su salud física y mental.
"Las áreas de RH antes tenían un modelo de gestión basado en la inversión de maquinaria y las operaciones. Ahora se tienen que convertir en organizaciones de creatividad, donde la gente realmente esté preocupada en cómo crecer el negocio, cómo aportar más valor a las personas y al mercado.
"O sea, se van a preocupar mucho más en la organización por la propia felicidad de la gente y convertirse en centros de bienestar para dar mucho más rienda ancha al trabajador para que pueda tomar buenas decisiones de negocio (...) que ayuden a empoderar al talento para generar un cambio y un impacto en las compañías".
Además de darles espacio a las áreas de RH para aportar valor, la automatización facilita la centralización y diseminación de data valiosa que antes se quedaba en algún Excel dentro de la computadora del encargado de recursos humanos. Por ejemplo, cuánto talento dejó el cargo por problemas de salud o por fricciones con algún liderazgo.
Según explica Bernat, la gestión de recursos humanos en las empresas más modernas, como las startups, está caracterizada por la apertura y accesibilidad a la data generada, lo que les brinda mayor capacidad de reacción ante imprevistos y competitividad en entornos complicados.
Con la alta mortandad empresarial durante la pandemia se hizo evidente la incapacidad de varias organizaciones de adoptar cambios radicales rápidamente.
"Estas empresas tratan a la gente como adultos y no les ocultan la información, no tienen grandes departamentos de data o de finanzas porque al final los datos se pueden automatizar. La administración es en gran parte automatizable y sirve para poder tomar decisiones en el momento justo, no para hacer reportes".
Ingeniero computacional por la Universitat Poltècnica de Catalunya, Bernat Farrero fundó su primera empresa a los 22 años en 2009 a la que llamó Itnig. Comenzó como una consultoría de desarrollo de software para convertirse luego en un fondo de capital venture.
Según cuenta, ocupado en hacer que los negocios de otros crecieran y con el conocimiento para tener éxito como desarrollador de software, le mataba la pregunta "¿y por qué yo no hago algo propio?".
Bernat acabó cediendo a este impulso y fue co-desarrollando y dirigiendo la plataforma de renta espacios de estacionamiento Parkimeter, la de consolidación de contabilidad fiscal Quipu, la plataforma de acceso universal a gimnasios GymForLess, y la exitosa Camaloon, que es un marketplace de impresión on demand, en el que cualquiera puede diseñar, imprimir y enviar artículos promocionales.
"Camaloon creció muy rápidamente, pasamos de cero a 20 millones de facturación y a emplear a 250 personas, ahora vende en toda Europa", recuerda.
Factorial RH nació de las propias necesidades que Camaloon tuvo durante sus meses de expansión, primero como una plataforma organizadora de vacaciones corporativas y que fue adoptada en cuestión de meses por hasta 60 mil empresas.
Con el tiempo se fueron agregando las funcionalidades de gestión de contratos, de desempeño y de comunicación corporativa que ya están siendo utilizadas por marcas como Axa, Booking.com, KFC o Laboratoria.
"Pensamos que este tipo de gestión lo podíamos aplicar a otros problemas dentro de las empresas. En Factorial atacamos el problema que yo vivía cuando empezaba a manejar a nuevas personas.
"Buscaba una herramienta que pudieran usar los emprendedores sin necesidad de formación y que permitiera acercar la información de lo que está pasando en la propia empresa a las personas que tienen que tomar decisiones para hacerlo de forma mucho más transparente".
En su primer año Factorial se hizo de 3.5 millones de euros en capital al haber logrado penetrar toda España y Francia. A la fecha ya suma 18 millones por parte de fondos como CRV, Creandum, Point Nine Capital o el K Fund, los cuales han invertido en empresas como Dropbox, Twitter, Patreon, Cornershop, Spotify o Lift.
Además de las empresas que ha fundado, mediante el fondo Itnig Bernat cuenta con participación en empresas tan distintas como la marca digital de café Syra Coffee, Kubbo, una empresa de logística de entrega en una hora o el club de moda privado Vasquiat.
Según cuenta, sus tesis de inversión siempre son perfiles de emprendedores que han desarrollado productos que convierten "algo difícil en el mundo en algo mucho más fácil, resuelven un problema". Asimismo, se requiere que exista un mercado vulnerable a ser disrumpido por una necesidad irresuelta.
"La cosa más rara en la que hemos invertido es en una cafetería. Conocimos a un emprendedor que la había montado en el barrio de Gràcia en Barcelona y que la gente adoraba. Nos vino con un business plan muy creativo donde nos planteaba abrir 100 tiendas y escalar su modelo a través del online. Nos acabó convenciendo hace año y medio y ya es una marca reconocida que vende bastante por Internet. ¿Quién lo hubiera dicho, no? Un emprendedor que había montado una pequeñísima cafetería de barrio.
"Somos muy agnósticos en cuanto a industria y mercado, buscamos emprendedores que tengan capacidad de construir y no a gente que sólo busca pasta. Hay gente que tiene capacidad de construir productos entonces cuando vemos un equipo potente que está involucrado en el proyecto y con un mercado grande normalmente nos encaja, aunque nos cuesta encontrar ese tipo de proyectos".
Aunque Benat no tiene un proyecto por el momento, no descarta la posibilidad de empezar a invertir en México, país que apenas conoció este año producto de la expansión de Factorial.
"El venture capital en este año lleva más de 500 mil millones de dólares en plusvalías. Nunca ha habido tanto interés y tan buenos resultados. Es una cosa espectacular, hay mucho dinero, nosotros nos lo encontramos, la gente nos tiraba dinero en la cara", cuenta.
Con la última ronda de inversión Factorial comenzó a internacionalizarse en nueve mercados nuevos entre los que se contabiliza México, el cual quedó a cargo de Rodrigo Manjarrez, ejecutivo con larga experiencia en ventas dentro de la industria tecnológica en empresas como Dell, Intel e IBM y también emprendedor digital.
"Al principio de la pandemia me espanté un poco porque dije '¡las empresas están sufriendo mucho!, ¿cómo podemos nosotros ponernos a vender? Y claro, una startup tiene sólo un planteamiento que es crecer, crecer, crecer.
"Pero con el tiempo nos dimos cuenta de que un negocio como Factorial tenía todo el sentido del mundo, que habría un día después y tuvimos un crecimiento brutal".
Bernat espera que México se convierta eventualmente en uno de los mayores para Factorial fuera de España. Especialmente por la falta de penetración tecnológica dentro de las áreas administrativas en las empresas y por su influencia sobre la región de Centro y Sudamérica.
El objetivo en el mediano plazo es cerrar el 2022 con 10 mil empresas a bordo de la plataforma.
"Cualquier momento de crisis o de cambio radical es un momento donde los emprendedores lo tienen muy fácil porque pueden aprovechar los cambios y ofrecer valor. En estos momentos donde a las grandes compañías que ya siguen la inercia les cuesta moverse, les cuesta adaptarse al cambio.
"Creo que realmente estamos cambiando un paradigma, hacemos replantear a la gente cuál es el valor que aporta a las empresas, ¿por qué como agente de RH eres el guardián de la información y tienen que tienen que venir a ti a pedírtela? ¿Es todo el valor que puedes generar en la organización o realmente quieres aportar?".
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