Al margen del tema arancelario, las acciones negativas que tomaron Fitch y Moody’s sobre la deuda soberana de México están basadas en preocupaciones sobre la perspectiva fiscal del país, ante la incapacidad del gobierno de delinear un plan energético convincente, en particular para el sector petrolero, señala Citibanamex.
En una nota especial titulada Llueve sobre mojado: sobre calificaciones soberanas y acuerdos comerciales, la institución financiera considera que la atención del mercado estará enfocada en la política fiscal.
Los argumentos de las calificadoras, dice Citibanamex, coinciden con la reciente revisión que hizo al marco macroeconómico para México, que incluyó una baja en el pronóstico de crecimiento económico a 1.2 por ciento y 1.7 por ciento para 2019, con un promedio de 1.9 por ciento durante toda la administración de Andrés Manuel López Obrador.
La institución explica las razones detrás del cambio en sus pronósticos: la aparente naturaleza discrecional de la toma de decisiones bajo la administración actual y su impacto perjudicial sobre los “espíritus animales” y sobre las finanzas públicas en general.
Para Citibanamex, la ausencia de una reforma fiscal que busque aumentar la recaudación anticipa dificultades para mantener presupuestos balanceados, y con ello los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), la medida más amplia del balance del sector público federa, pase de 2.7 por ciento del PIB en este año a 3.8 por ciento en 2024.
Las valoraciones de las agencias sobre una débil actividad económica también son congruentes con los resultados de la Encuesta Citibanamex de Expectativas, la cual muestra una recurrente revisión a la baja.
Las acciones de las calificadoras parecen ser independientes del “No acuerdo” que resultó de la reunión del miércoles entre funcionarios de México y Estados Unidos respecto a las amenazas arancelarias, señala la institución financiera.