La flor de cempasúchil no solo adorna los altares de Día de Muertos, pues sus pétalos, color naranja o amarillo intenso y de un aroma singular y atractivo, son utilizados con distintos fines. Además, en nuestro país no solo se produce para su comercialización, sino como parte de la conservación de nuestras tradiciones.
Durante un evento que se llevó a cabo en la Romería del Cempasúchil, Víctor Villalobos, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), advirtió que es necesario preservar esta flor porque “es símbolo de vida, muerte y resurrección y que refleja nuestras tradiciones”.
Además, denunció “que hay empresas y países que se llevan materiales mexicanos y los registran y adoptan como suyos." Por lo que dijo a las y los productores "debemos ser custodios de esta flor netamente mexicana”.
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Una flor tradicional con distintos usos
Respecto a los "secretos" de la flor de cempasúchil, Cristóbal García Castillo, floricultor con más de medio siglo de experiencia contó en entrevista a El Sol de México algunos usos que pocas personas conocen.
Ahora, los pétalos de la flor no solo adornan los altares, sino también son buscados por los destiladores de tequila para darle un toque de su sabor a la bebida nacional.
El floricultor con conocimientos heredados por sus abuelos y sus padres y que el conserva con su esposa e hijos, también comentó que los avicultores utilizan esta flor milenaria para darle color a su producción de pollo y hacerlo más atractivo a la vista, a las yemas de huevo con su color naranja intenso, además de que sus pétalos también se ocupan para hacer atole, o con fines terapéuticos.
En tanto a la venta de estas flores comentó que “también se vende a pie de parcela o de invernadero, como en el Barrio de Caltongo, por avenida Nuevo León, los productores vendemos a mejores precios como productores, y en los embarcaderos los pueden llevar a las chinampas a comprar directamente”.
Floricultor de toda la vida este productor de abolengo, esteriliza la tierra donde siembra las semillas de cempasúchil, para esta temporada que se inicia a mediados de octubre y culmina el Día de Muertos, el dos de noviembre.
Para esta fecha, ya tiene semilla y tierra lista para la siembra de petunias, pensamientos y claveles. “Todo el año tenemos producción de flores. Es un oficio que nos deja para vivir. Es lo que sabemos hacer”, dijo a El Sol de México, con mucho orgullo.
Asimismo, reconoció el apoyo de la Sader, vía capacitación e insumos para mejorar la producción de flores, pues les proporcionan plástico para la cubierta de las plantas, fertilizante, así como apoyos para construir invernaderos y muchas pláticas, refirió.
La tierra de hoja que requieren para el cultivo de las flores, la consiguen en Villa Guerrero, en el Estado de México, también región productora de flores de ornato como rosas y crisantemos. La enriquecen con composta y le agregan tepojal y tezontle, para un mejor crecimiento de las plantas.
Y en cuanto a la esterilización de la tierra, don Cristóbal señaló: “la hacemos con vapor. Se mete a una caldera y con ello se evitan plagas y enfermedades de las plantas y para no hacer uso de plaguicidas”.
“Este procedimiento lo utilizamos sobre todo con la siembra de fresa orgánica. Vendemos la fresa en fruta y en plántula aquí en Xochimilco”.
Respecto a las flores de cempasúchil, como siembran en tierra esterilizada, “vienen productores de tequila de Jalisco a buscar nuestras flores y darle a la bebida nacional el sabor de la flor de 20 pétalos, que es lo que significa cempasúchil”.
“En el caso de los productores de pollo, buscan el cempasúchil para meter a las aves sacrificadas en agua con nuestras flores, para darle color y por ende, bonita presentación”, comentó.
A su vez, la ingeniera la ingeniera Rubí Sánchez García, Jefa del Distrito de Desarrollo Rural, de la Sader, refirió que son 2 mil los productores de flores en la Ciudad de México, que también tiene zonas agrícolas. De los cuales, mil se dedican a la siembra del cempasúchil que alternan con la siembra y cultivo de flor de Nochebuena.
“Es fuerte la producción de flores. En este caso se empalman la de la flor de 20 pétalos con las Nochebuenas”.
Y además son referentes en la flor de cempasúchil los productores de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Oaxaca y Morelos y la Ciudad de México.
Mantener vivas las tradiciones
El titular de la Sader, Víctor Villalobos Arámbula, en el Palacio de la Flor, en Xochimilco, dijo:
Celebramos la Romería del Cempasúchil y con ello, mantener vivas nuestras tradiciones que datan de épocas precolombinas.
De esta flor de 20 pétalos dijo que es símbolo de la vida, de la muerte y de la resurrección. Refleja la tradición mística de los aztecas. “Nuestros campos se pintan de este maravilloso color naranja y amarillo del cempasúchil”.
Además, comentó que “se reconoce a México como el país donde nació esta hermosa flor y cuya selección empírica de muchas generaciones llevó a esta flor simbólica de estas épocas del año, para la celebración del Día de Muertos”.
De Xochimilco, dijo que sus tierras pródigas y de flores se pintan de este color naranja en esta época. Su comercialización, cada año rompe récord en producción y Xochimilco aporta el 50 por ciento del total.
En 2022 fue de 2 millones 315 mil plantas y se espera rebasarla en este 2023. Atlacomulco, en el Estado de México y Tarímbaro y Copándaro, en Michoacán, junto con Puebla, también se siembra esta flor, dijo Villalobos Arámbula.
Solo en la CDMX este cultivo genera empleos directos que rebasan los mil 500 y 2 mil indirectos.
Y reiteró la invitación a la sociedad para que adquieran la flor de cempasúchil orgullosamente mexicana.
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Por su parte, Sánchez García, informó que la flor de cempasuchil en la CDMX también se produce "en las alcaldías Tláhuac, Milpa Alta y en la de Tlalpan”.
E informó que ya se abrió la venta en los 5 mercados de la Alcaldía Xochimilco: Acuescomac, Madreselva, Palacio de la Flor, Cuemanco y Cuemanquillo.