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La deuda de Fonatur Infraestructura, empresa cuyo presupuesto pasará a los gobiernos de seis estados para el mantenimiento de destinos como Cancún, Los Cabos y Huatulco, registró un incremento de 6.7 por ciento anual durante 2022.
De acuerdo con los reportes de la subsidiaria del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), sus pasivos totalizaron 160 millones de pesos al cierre del año pasado, lo que además de este aumento de 6.7 por ciento representó el segundo mayor monto en al menos seis años.
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Este incremento se dio principalmente por un crecimiento de más de siete veces en los anticipos de clientes, como son dependencias federales y compañías de servicio de agua potable, entre otros.
La subsidiaria es la encargada de dar mantenimiento y conservar la infraestructura en los Centros Integralmente Planeados (CIPs) del Fonatur, desde trabajos de jardinería y potabilización de agua, hasta mantenimiento de vialidades.
Hace unos días, exdirectivos de Fonatur confirmaron a El Sol de México la intención del gobierno federal por desaparecer el organismo, y uno de los primeros pasos será la transferencia de los recursos para el mantenimiento de los CIPs a las administraciones de Baja California, Sinaloa, Nayarit, Guerrero, Oaxaca y Quintana Roo, estados que además de albergar esos destinos son gobernados por militantes de Morena.
Para este año, Fonatur Infraestructura recibió un presupuesto de 130.8 millones de pesos, monto 5.6 por ciento mayor al destinado en 2022, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda.
Sin embargo, un exfuncionario de Fonatur consultado por este diario dijo que más allá de la transferencia de recursos y la capacidad de los gobiernos locales para administrarlos, preocupa el destino de los activos y pasivos de la subsidiaria.
Indicó que hay dos opciones para liquidar a Fonatur, una de ellas es con la creación de un nuevo organismo que se encargue de la administración de sus bienes y deuda actual, o bien transferir todo al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP), entidad encargada de dar destino a los bienes y a empresas públicas para el Estado.
En el segundo caso, explicó, de venderse los bienes de Fonatur los recursos podrían tener otro destino que no sea el mantenimiento de los CIPs, como los programas sociales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador acusó la semana pasada de actos de corrupción al interior de Fonatur, de ahí que busque “devolver al pueblo lo que es del pueblo”, según dijo en su conferencia del 7 de febrero de este año.
“Es impresionante cómo fueron carcomiendo todos los bienes, entonces, no vamos a dejar estas opciones, posibilidades de corrupción”, añadió el mandatario en su conferencia matutina.
Para especialistas del sector como el exsecretario de Turismo, Enrique de la Madrid, resulta cuestionable el discurso de corrupción para desaparecer un organismo, sobre todo cuando van cuatro años de administración federal y se habla de Fonatur, la entidad a la que se le encargó la mayor obra de infraestructura del gobierno de López Obrador: el Tren Maya.
Gerardo Herrera, académico de la Universidad Iberoamericana, coincidió en que a cuatro años del gobierno de López Obrador queda rebasado el argumento de la corrupción para querer desaparecer Fonatur.
El especialista consideró que si bien existen casos de corrupción en Fonatur, como el de la administración de John McCarthy que durante el sexenio de Vicente Fox Quesada se dedicó a vender inmuebles a precios bajos a empresarios allegados o el de la venta de terrenos en el manglar Tajamar en el sexenio pasado, son situaciones que se pueden arreglar sin tener que desaparecer al organismo.
Ingresos a la baja
Al cierre de 2022, los ingresos de Fonatur Infraestructura tuvieron una disminución de 4.1 por ciento, la primera después de al menos cuatro años de incrementos.
De acuerdo con el reporte de la subsidiaria, las principales fuentes de ingresos fueron los contratos con terceros y con el propio Fonatur, que representaron 92.4 por ciento del total registrado en el año.
En tanto, los activos de la empresa estatal crecieron 14 por ciento a tasa anual y registraron su mayor valor en al menos seis años, según datos oficiales.
También llama la atención que sus utilidades se cayeron más de 50 por ciento al pasar de 99.9 millones de pesos en 2021 a 41.5 millones de pesos en 2022.
El Gobierno federal sí busca desaparecer Fonatur, pero que tiene dificultades relacionadas con la su situación financiera, especialmente con los activos y pasivos.
Sin embargo, esta utilidad fue mayor a lo que reportó en 2020, el año más álgido de la pandemia, cuando reportó utilidades por 16.6 millones de pesos.
La situación financiera de Fonatur si bien no es compleja, el gobierno de López Obrador podría extinguirlo a través de un decreto. Y los recursos que se registran en este fondo se destinarán a cinco entidades.
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En enero, el jefe del Ejecutivo federal se reunió con gobernadores de Quintana Roo, Oaxaca, Guerrero, Baja California Sur y Sinaloa, todos de Morena, para delinear el reordenamiento de los terrenos y propiedades de Fonatur. Uno de los exdirectivos consultados confirmó que el Gobierno federal sí busca desaparecer Fonatur, pero que tiene dificultades relacionadas con la su situación financiera, especialmente con los activos y pasivos.
“No es tan sencillo, no es como ProMéxico o el CPTM (Consejo de Promoción Turística), porque Fonatur tiene propiedades, terrenos, tiene cartera y obligaciones de tipo inmobiliario, como tratamiento de agua y mantenimiento de infraestructura, eso no se puede dejar de hacer”, dijo.
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