El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que a partir de octubre podría empezar a operar Gas Bienestar, la empresa con la que promete que se suministrará el combustible a un "precio justo".
"Existe un plazo de tres meses para que inicie la distribución del Gas Bienestar en la Ciudad de México".
Destacó que los camiones que transportarán los cilindros de la nueva empresa estatal serán custodiados por la Guardia Nacional en virtud de los ataques que sufrieron instalaciones y transportes del gobierno cuando se atacó el huachicol de gasolina.
Durante la conferencia matutina, el mandatario recordó que cuando se decidió combatir el robot e hidrocarburos no solo hubo bloqueos sino sabotaje e, incluso, estallaron ductos porque buscaban dejarlos sin abasto.
“La gente se portó muy bien, porque tuvo que hacer cola, no había gasolina; una de la medida fue comprar 60 pipas, que son manejadas por la Sedena. Va adelante una patrulla del ejército, luego la pipa con combustible, y, luego otra patrulla para vigilarla. Con esta estrategia, se redujo el robo de 80 mil a cuatro mil barriles del combustible”, explicó.
Este combate, según especialistas, provocó que los grupos delictivos cambiaran su actividad en los últimos meses a lo que se ha denominado como “guachigas”, quien practica robo de gas LP de ductos y camiones.
Empleados de las plantas envasadoras y distribuidoras de gas denunciaron que el descontrol de precios en el energético tiene su origen en el crecimiento de mafias en la industria del hidrocarburo.
“Los comisionistas y revendedores que ofertan gas, presumiblemente robado, fijan costos y rutas, cobran derecho de piso, amedrentan, agreden, desaparecen a personas o las asesinan”, denunció el sindicato de envasadores.
Los empleados señalaron que además de que sirven a las organizaciones ya identificadas por las procuradurías de la Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Tlaxcala y Guanajuato, donde se ubica el mapa delictivo del “guachigas”.
“La extorsión de estos grupos delincuenciales afecta no solo al sector doméstico (cilindros de 20 kilos o más), sino al industrial, de servicios y residencial”, explicó.
La Asociación Mexicana de Distribuidores de gas LP y Empresas Conexas (Amexgas) ha señalado que cada mes se comercializan 750 mil toneladas del combustible y el robo del mismo asciende a 50 mil toneladas mensuales. De octubre del año pasado, la demanda nacional promedio correspondía, en 60 por ciento, al consumo doméstico.
“Son varias medidas, una es fijar el precio máximo del producto, pero no ayudaría mucho; lo segundo es, aun con escala, hacer vigilancia, para que no se venda más caro, y la tercera es la competencia que es lo que consideramos mejor”, informó López Obrador.
El mandatario pidió a las autoridades estatales y municipales contribuir en el desarrollo y vigilancia de Gas Bienestar que operará de inicien la Ciudad de México, y cuyo plaza de inicio esta fijado en tres meses.
Durante el último año el precio del gas LP registró un alza promedio de hasta 35 por ciento en promedio a nivel nacional, de acuerdo con datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
López Obrador aseguró que la creación de la empresa estatal no es para asfixiar las iniciativas de la sociedad civil, ya que "van seguir", pero advirtió que si es necesario, bajará el precio del combustible que distribuya Pemex.
“Es una empresa del pueblo, aunque digan los conservadores que es populismo, estatismo, paternalismo, como le llamen. (…) Tienen todo el mercado y hacen lo que quieren ¿y el Estado dónde está? Quieren que se diluya y que nada más quede el mercado, no, eso era antes”.
Informó que Pemex vende el kilogramo de gas LP a las empresas gaseras en 13.50 pesos, mientras que estás lo venden al usuario final en 20.94 pesos y no se va a quedar esperando a que cada lunes la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) reporte los altos precios en el gas. "No es posible que haya estos aumentos", declaró.
El lunes, Surit Berenice Romero, titular de la Profeco, indicó que al 30 de junio, el precio promedio del cilindro de gas LP fue de 24.78 pesos por kilo, mientras que el gas estacionario fue de 13.25 pesos por litro.
El titular del Ejecutivo reconoció que se trata de una promesa que está incumpliendo y puso en operación este proyecto para no quedar como "demagogo y mentiroso", pues prometió que los precios de los combustibles se mantendrían por debajo de la inflación.
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Reconoció que aunque la población ha mostrado cierta reticencia al uso del gas natural, los servicios de Gas Bienestar puedan ampliarse a gas estacionario y gas natural en particular para cierto tipo de empresa, pues se tiene suficiente.
Ante el comentario de analistas en el sentido de que se necesitan muchos recursos para invertir en una empresa de esa naturaleza, el mandatario aseguró que el Gobierno de México tiene los recursos económicos suficientes e incluso se dio el lujo de presumir que se compró una refinería en Estados Unidos.