El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) hizo una solicitud a la Secretaría de Hacienda por poco más de 196 millones de pesos para estudios de preinversión que permitan conocer los daños estructurales en las terminales 1 y 2, provocados por el sismo de septiembre de 2017 y los constantes hundimientos de la zona donde se ubica.
En la solicitud, la Gerencia de Ingeniería y Planeación del AICM advierte hundimientos de entre 21 y 30 centímetros anuales en la terminal aérea debido al terremoto de hace año y medio.
La terminal aérea es la más importante en América Latina y con la cancelación del que sería el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, en Texcoco, será parte fundamental del sistema metropolitano de aeropuertos anunciado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que se prevé opere en 2021 y que incluye a Santa Lucía y Toluca.
El proyecto presentado a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) señala que los Dictámenes Estructurales del Estado Físico de los Edificios Terminales 1 y 2, por los que el AICM pagó 9.1 millones de pesos después del sismo a la empresa Profesionales de Arquitectura, Diseño y Construcción, encontraron desniveles y deslizamiento hacia las pistas en la Terminal 1, así como hundimientos diferenciales en las estructuras de posiciones de contacto para los aviones, conocidas como dedos, y el edificio de la Terminal 2.
Entre los principales problemas en la estructura de los edificios de la Terminal 1 se advierten desplomes y asentamientos en columnas, fisuras en juntas constructivas, algunos agrietamientos que pueden corresponder con fallas geológicas y elementos constructivos expuestos.
Según el diagnóstico previo, en la Terminal 2, inaugurada en 2008, los daños principales están en las juntas y conexiones del edificio principal con los dedos, donde se muestran hundimientos de distintos niveles, así como agrietamientos en techos y columnas, además de separaciones entre edificios, la mayoría de ellos al interior del aeropuerto.
La autoridad aeroportuaria asegura que en la actualidad los edificios terminales están en adecuadas condiciones de seguridad y operabilidad, pero si no se atienden los problemas de hundimientos y desniveles se pueden generar problemas de seguridad estructural.
El AICM dejaría de operar a finales de 2020, una vez que iniciara el NAIM.
“Es necesario contar con estudios técnicos especializados que permitan diagnosticar de manera adecuada los problemas estructurales y las soluciones correctivas necesarias para que las terminales 1 y 2 mantengan un apropiado estado de conservación y operación que permita mantener el buen funcionamiento operacional de las mismas en el mediano y largo plazos”, justifica el documento.
Para ello, el AICM solicita recursos para llevar a cabo 11 estudios que van desde el análisis de peligro sísmico y vibración ambiental, de reforzamiento y cimentación de los edificios, así como la restitución de fachadas, entre otros.
La terminal de la Ciudad de México atendió el año pasado a 47.7 millones de pasajeros, pero se prevé que en conjunto con Santa Lucía y Toluca transporten al año entre 60 y 70 millones de personas.
Para ello, el nuevo gobierno anunció una inversión de cuatro mil 260 millones de pesos en la modernización de los edificios y pistas del AICM.
En otro proyecto de inversión registrado ante la SHCP se solicitaron 175.4 millones de pesos para estudios de preinversión con el objetivo de dar mantenimiento a diversas áreas en las dos terminales.
Aerolíneas nacionales como Interjet, Aeroméxico y VivaAerobus han mostrado su interés en incrementar su oferta de vuelos y conexiones en el AICM, el cual fue declarado como “saturado” por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) desde 2014.