En los primeros seis meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en un hecho inédito, la región sur-sureste generó ocho veces más empleos que el norte del país.
Las cifras del Inegi indican que al cierre de junio, en Chiapas, Veracruz, Guerrero, Puebla, Oaxaca, Quintana Roo, Campeche, Yucatán y Tabasco había 651 mil 202 empleos más que en la primera mitad del año pasado.
En ese mismo lapso, las seis entidades del norte (Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas), que aportan casi una cuarta parte del PIB nacional, generaron apenas 79 mil 790 nuevos empleos.
Esta tendencia obedece a las inversiones en algunos estados del sur y sureste del país, principalmente en la industria energética, explica Héctor Márquez, director de Relaciones Institucionales de ManpowerGroup.
Los datos de la Secretaría de Economía confirman que la inversión extranjera en el sur-sureste aumentó 1.5 veces más que en el mismo periodo del año pasado, mientras que las otras regiones donde históricamente había crecido más, la captación de capital extranjero disminuyó.
Es el caso de los 200 millones de dólares que invirtió durante los primeros meses del año Hokchi Energy (subsidiaria del grupo argentino Pan American Energy) para una planta de procesamiento de crudo y gas en Tabasco.
Márquez agrega que “lo único que va a detonar el crecimiento del empleo es que haya mayores inversiones” y la posible aprobación del T-MEC por parte de Estados Unidos y Canadá a finales del año podría influir para que los estados del norte retomen impulso para generar empleos.
Hasta ahora, la actividad productiva en el norte no ha logra despuntar, a pesar de la creación de una zona libre a lo largo de los tres mil 180 kilómetros de frontera con Estados Unidos y 25 kilómetros desde la línea divisoria hacia adentro.
A principios del año, el gobierno federal lanzó el Programa de Estímulos de la Frontera Norte, con el objeto de activar el potencial productivo y comercial de la zona mediante la atracción de inversión y la creación de más y mejores empleos.
Dicho programa, apuntó el Presidente en enero, beneficiaría a 43 municipios de los seis estados, lo que tendría impacto en las economías de la zona.
En su Informe del Segundo Trimestre de 2019, el Banco de México (Banxico) precisó que en la primera mitad del año la tendencia ascendente del empleo en el sector de la transformación en la franja fronteriza se revirtió.
En la región del Bajío, conformada por Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Aguascalientes, que había sido la más dinámica por las inversiones en los sectores automotriz y aeroespacial, principalmente, la cifra de empleos disminuyó en 29 mil 248 en el primer semestre del año.
La contracción, de acuerdo con datos del Inegi, es de 0.56 por ciento.
En esta región no se ha lanzado ningún programa de gran magnitud. Márquez indicó que igual que en los estados de la frontera, en el Bajío la falta de inversión ante la incertidumbre por el bajo crecimiento de la economía ha pegado en la creación de empleo.
“Esta situación es atípica. Por lo regular la zona norte y el Bajío crecen más, pero creo que a partir del último trimestre del año que veamos nuevas inversiones la tendencia en estas regiones se irá recuperando”, concluyó.