Jesús Seade, subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, propuso la creación de un “bono migrante” para que las remesas no se utilicen solo para consumo sino para el desarrollo de infraestructura en las comunidades que expulsoras.
Señaló que en México en las zonas rurales, las personas en cuanto reciben dinero de Estados Unidos, lo primero que hacen es comprar ropa o tenis y pero que se necesitan convencerlos para crear un fondo y que se invierta en su comunidad.
Por ejemplo, apuntó que en las zonas rurales, los campesinos acuden a sacar sus cosechas en carretas que transitan por caminos en mal estado y lo que se necesita invertir es en “caminos saca cosechas”.
Es algo que tiene que tiene diseñarse y que se tiene que dialogar con todas las instituciones financieras, “tenemos los migrantes, los grandes flujos de dinero y los receptores”, pero se tiene que invertir en algo en lo que confíen los migrantes, afirmó.
Seade apuntó que hay cerca de 35 millones de personas que están en EU de raíces mexicanas y los cuales se preocupan por sus parientes y envían anualmente 37 mil millones de dólares anuales para sus familiares que viven en Chiapas, Zacatecas u Oaxaca.
Pero hay que acercarles mejores instrumentos financieros para ayudarles a enviar mejor su dinero a México y que los envíos sean baratos.