Para Eduardo Osuna, vicepresidente y director general de BBVA México, la principal responsabilidad de la institución a su cargo es “hacer bien nuestra función de banca”, tiene que ver con cuidar los préstamos que hacen con el dinero de los mexicanos.
“Nosotros prestamos el ahorro de los mexicanos y hay que prestarlo bien, que sea un crédito que se cobra, que sea un crédito detonador para la economía, hacer bien eso”, responde a El sol de México cuando se le pregunta sobre el compromiso social de las empresas en general y del banco que dirige, como uno de los temas de la agenda reciente del sector privado.
Con una cartera de 21.5 millones de clientes, BBVA México es la mayor institución financiera privada en el país, lo que para Osuna implica una mayor responsabilidad social.
“Somos un banco que abarca una gama muy amplia de lo que es la responsabilidad social, insisto, esto arranca por hacer bien nuestro trabajo de banca y luego sigue por programas de difusión financiera, estar trabajando en como exponenciar los productos y lo que trabajamos a través de la fundación”, subrayó.
La responsabilidad de BBVA México, agregó Osuna, va en dos vertientes: una en los proyectos que realiza la institución en materia de educación financiera, becas y el trabajo de su fundación, así como con la dispersión de apoyos federales, segmento en el que dijo que están trabajando con el gobierno federal para mejorar la capacidad de distribución de los programas.
La otra vertiente es por medio del crédito: “cómo le facilitamos la vida a nuestros clientes, cómo seguimos creciendo el número de créditos de auto, el número de créditos de vivienda. Al final, el crédito es una forma de anticipar beneficios para la sociedad, de tener mejor calidad de vida”.
En 2019, BBVA vio un incremento en su cartera crediticia de 8.3 por ciento respecto al año previo; sin embargo, desde 2015 el banco había visto crecimientos de doble dígito para este indicador.
Para Eduardo Osuna esta desaceleración se debió particularmente al financiamiento a empresas ya que, debido al año complejo que se vivió en el país, frenaron sus inversiones. Sin embargo, prevé que 2020 sea mejor, tanto para el crédito a las personas como a empresas, con crecimientos cercanos al doble dígito.
Para este año, el directivo prevé que haya una reactivación de la inversión privada y, con ello, mayor demanda de crédito, el cual pueda incluso rebasar un crecimiento de 10 por ciento al cierre de 2020.
“Nuestra expectativa para este año es que tanto las personas físicas como las morales estén creciendo en un dígito alto, esa es nuestra proyección, ese es nuestro presupuesto y en el arranque de año sí lo estamos viendo (…) La demanda viene bien y habla también porque tenemos un año de mayor certidumbre que en 2019, empezando porque tenemos un tratado de comercio ratificado, tenemos una mejor expectativa en términos de crecimiento y, por lo tanto, debería haber algo más de inversión”, indicó.
A unos días de que se realice la edición 83 de la Convención Bancaria, Eduardo Osuna destaca que el sistema financiero del país es sólido y en cuanto a crédito está alcanzando una participación del PIB similar al que tenía en 1994, previo a la crisis que llevó a la quiebra de los bancos.
En ese sentido, descartó la posibilidad de que haya una crisis como la de hace más de 25 años, porque “hoy tenemos una banca muy capitalizada”.
El contexto es muy distinto en todos los sentidos. Primero, en el 94 veníamos de una privatización, tenía dos o tres años, los bancos tenían problemas en términos de inversión de la infraestructura básica, desde las plataformas tecnológicas, la sanidad de las carteras no era la óptima, por eso los bancos terminaron quebrando, y lo que hemos visto en los últimos 15 o 20 años es una inversión brutal dentro del sistema financiero mexicano, recuerda el banquero.
Cuando se trata de comparar lo que ha ocurrido en México en términos de inversión en plataformas de innovación, en infraestructura física, sucursales, autoservicio, es una de las bancas, o de los sistemas financieros más invertidos del mundo, agrega.
Pero además, destacó como una de las fortalezas del país la disciplina fiscal que tiene el actual gobierno y la interacción de las autoridades con la banca privada.
“Tenemos una muy buena relación. Diría que sobresaliente, desde el punto de vista de la interacción que tiene el sistema financiero con la autoridad. Hemos encontrado mucho eco para discutir cómo mejorar la relación, qué cosa hacer para que fluya mejor el crédito.
“Un sistema financiero sólido es un pilar absoluto del futuro de un país, es una condición para tener un crecimiento. Hemos tenido interacción incluso desde las épocas de la transición (…) diría que tenemos uno de los momentos sobresalientes en términos de estos debates con la autoridad reguladora”, refirió.
Finalmente, Eduardo Osuna sostuvo que BBVA México es una marca ya posicionada y exitosa en el país, esto a siete meses de que se eliminó el apellido Bancomer en territorio mexicano.
“Lo que nosotros queríamos es que se pudiera tener una marca global, porque se tenía ya experiencias globales en productos globales. Estamos prometiendo algo que ya existía, no era una promesa de qué vendrá. Esto ya está, ya es realidad y desde México estamos construyendo muchos productos. Yo creo que el cambio de marca ha sido muy exitoso”, y mencionó que el número de usuarios que buscan en Google BBVA México sigue creciendo.
Apuntó que debates generados en redes sociales como el de hace unos días, cuando lanzaron una campaña para posicionar el nombre con canciones de Plastilina Mosh y de Cri-Cri, hablan del reconocimiento que tiene el banco.
“En México teníamos una marca muy potente. Ahorita tenemos una marca que es todavía más potente”, concluyó.