Infraestructura Energética (IEnova) aclaró que evalúa los mecanismos regulatorios para continuar con la construcción de la terminal marina de recepción, almacenamiento y entrega de productos refinados en Manzanillo, Colima.
En un posicionamiento público, la filial de Sempra Energy en México aseguró que este proyecto en desarrollo continúa, al considerarlo como fundamental para coadyuvar a la seguridad energética de dicha región del país.
"IEnova reitera su compromiso de seguir contribuyendo en el desarrollo de infraestructura energética para el bienestar de México", suscribió la empresa energética.
Esta terminal esperaba arrancar operaciones el primer trimestre de 2021, se retrasó por la pandemia, pero IEnova decidió terminar de manera anticipada sus contratos de ingeniería, procura y construcción en la terminal debido a los cambios legales en materia aduanera.
Ello, luego de que el Servicio de Administración Tributaria y la Secretaría de Energía (Sener) suspendieron a más de 80 empresas del sector energético, por no cumplir con requisitos del padrón de importadores, lo cual impactó en la filial de Sempra Energy en México.
El anuncio se dio a conocer por Giacomo Gerardo Bonfanti Escalera, director general de Grupo Desarrollo Infraestructura (GDI), quien informó a sus proveedores que "el pasado 2 de julio del 2021, como consecuencia de los cambios en la ley en materia aduanera, nuestro cliente ha decidido terminar anticipadamente el contrato relacionado a la ingeniería, procura y construcción de la Terminal de Refinados Manzanillo".
La terminal de Manzanillo, que obtuvo inversiones por 285 millones de dólares, proyecta una capacidad de almacenamiento de 2.2 millones de barriles en 20 tanques de almacenamiento, así como una terminal marina de recibo por buque‐tanque, almacenamiento y entrega de productos refinados por carro‐tanques y auto‐tanques.
Ramsés Pech, analista del sector energético, dijo a El Sol de México que el anuncio de IEnova y GDI confirma el mal clima de inversión en el que se encuentra el país, al que abona la negativa de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para otorgar permisos, desincentivando la inversión.
Lo más grave, señaló, es que causará un estrago de 10 años en el desarrollo de la infraestructura que necesitamos hoy y sobre todo dijo, va en contra de la política de incrementar el almacenamiento de combustibles en México.
Dijo que esto sólo es un retroceso, pues tampoco el gobierno federal inyecta recursos para mantenimiento de los centros y refinerías de Pemex, como tampoco prevé cambiar su modelo de presupuesto de egresos para el año entrante.