Un trabalenguas nada divertido: punto de equilibrio, proyección de ventas, retorno de inversión, EBITDA, margen de rentabilidad, ajuste de precios.
Si usted es emprendedor y no le entendió, está en un problema, según Luis Alberto Pérez Nazar, cofundador de la app de inteligencia financiera, IF.
El conocimiento financiero a la hora de iniciar un negocio, dice, es cuestión de vida o muerte en el mercado actual, competido, cambiante y francamente cruel con el ignorante.
“Lamentablemente hoy los emprendedores, más allá de que su negocio sea rentable, están aspirando a que sobreviva al siguiente día, y entramos a una dinámica terrible en la que no está aspirando a que su negocio sea un negocio.
“Lo vive el emprendedor y el pequeño empresario que ya tiene su negocio operando, con dos, cuatro años. Si no corrigen esas situaciones forman parte de la estadística de mortandad”, dice Luis.
La ausencia de conocimiento financiero, explica, es una de las primeras barreras de entrada al mundo emprendedor. La falta de una correcta planeación de negocios es una de las grandes causas de que 80 por ciento de los nuevos emprendimientos mueran antes de cumplir 18 meses de vida.
IF (Inteligencia Financiera), la plataforma cofundada por Luis, está dedicada a ayudar y educar a los nuevos empresarios en estas materias poco sexys, pero de suma importancia.
IF es un asesor financiero completamente automatizado, un bot, mediante el cual los emprendedores son entrevistados sobre su negocio.
Mediante una interfaz conversacional, los emprendedores aportan datos básicos sobre su nuevo negocio como rubro económico, precios, capital, gastos estimados como renta, remodelaciones, sueldos y potenciales ventas.
Luego de esto, IF genera un diagnóstico financiero con toda la información y aporta un análisis sobre la viabilidad del negocio, cuánto tiempo tardará el emprendedor en recuperar su dinero, el valor del inventario y la rentabilidad financiera.
“Si un emprendedor no tiene la base de conocimiento financiera, difícilmente va a poder tomar decisiones que le ayuden a mitigar e identificar los eventuales riesgos a los que está expuesto.
“Lo que estamos haciendo con IF es que el emprendedor piense dos veces la decisión que va a tomar, con un poco más de elementos”.
La plataforma despliega toda la información financiera de forma comprensible y explicada para el no iniciado. La idea es que los negocios tengan una fotografía completa de sus posibilidades de tener éxito con las condiciones existentes, según explica Luis.
Luego de hacer el diagnóstico general en la plataforma de forma gratuita, ésta ofrece planes mensuales y anuales en los que los emprendedores pueden tener acceso a 33 herramientas de planeación financiera, como modelaje financiero, análisis de créditos adquiridos, pitchs para inversionistas, asesor en fijación de precios o proyecciones de ventas.
“Es como si fueras a un médico por primera ocasión, te levanta un historial clínico para conocerte y saber en qué es lo que pueden atenderte de manera inmediata”, explica Luis.
“El objetivo supremo, más institucional e importante de nosotros, es generar una mayor permanencia de las pymes en el mercado a lo largo del tiempo, empoderándolos con información, con conocimiento y haciendo que lo difícil de las finanzas se convierta en algo muy fácil”.
EVANGELIO FINANCIERO
Luis Alberto conoció de primera mano las carencias de los emprendedores mexicanos a la hora de planear financieramente cuando él mismo trabajaba como consultor en el campo hidalguense.
En su consultoría, Luis trabajaba en el sector agrícola y ganadero, en el que ayudaba a emprendedores a bajar recursos de la banca de desarrollo mexicana para el financiamiento de proyectos.
“Ahí fue donde nos dimos cuenta que el empresario no tenía conocimiento realmente, uno debía trabajarles todo el proyecto, de inicio a fin, y luego entrar a gestión de financiamiento.
“Dijimos: qué pasaría si nosotros logramos de alguna manera automatizar esta metodología y evitamos estar con el emprendedor, que él solito lo haga. En aquel entonces no se nos ocurría cómo”.
Al proyecto iniciado en 2015 se sumaron sus socios Laura Elena Espino, Ricardo Espino, Jorge Alberto Hernández y el inversionista ángel, Steve Tort Rodríguez.
Al pulir el modelo, el equipo de IF concluyó que una interfaz conversacional automática para su plataforma, un bot, sería en el futuro inmediato una tendencia que el mismo mercado exigiría y encontraría más atractiva que el llenado de un formulario.
Según Luis, en el estudio que hicieron al plantear la idea, encontraron que 90 por ciento de los bots comerciales es de carácter transaccional o de atención al cliente.
De esta manera, un bot que pudiera hacer las funciones de un asesor, aportaría un elemento más disruptivo a la industria de la asesoría financiera, la cual se rige por cursos impartidos por especialistas con un costo aproximado de cuatro mil pesos por ocho horas.
“Las consultorías han tenido un crecimiento muy grande y nos hemos topado con muchas, que sin tener una experiencia como tal, ya trabajan y los emprendedores acuden a estos para resolver sus necesidades.
“El tema de los cursos y talleres es que sí te llevas mucha información, pero llegas al negocio y te quedas en las mismas, ya no sabes cómo aplicar el conocimiento adquirido, son ocho horas que de muy poco te sirven”.
El desarrollo del bot, explica, tardó alrededor de dos años por la complejidad de construir una inteligencia artificial que pudiera incluir en sus algoritmos tantas variables como son las que componen el perfil financiero de las empresas.
“Nuestra visión es que la tecnología va a reemplazar, como lo ha hecho durante mucho tiempo, a actividades muy repetitivas, pero el factor humano siempre va a tener ventaja ante la tecnología”, añade Luis Pérez Nazar.
MERCADO MILLENIAL
Según las estimaciones más recientes del Monitor Global del Emprendimiento, en el periodo 2018-2020, 13.2 por ciento de la población mexicana de entre 18 y 64 años tendrá la intención de comenzar un negocio propio.
Esto, en cifras brutas, se traduce en 9.4 millones de personas aproximadamente. Por otro lado, según el Inegi, hay cerca de cinco millones de unidades económicas, de las cuales 99 por ciento son pymes.
Según explica Luis, el desencanto de las nuevas generaciones respecto al mercado laboral y las condiciones precarias que prevalecen en muchos sectores impulsan estas estadísticas.
“El millenial ya no se siente a gusto dentro de una organización, ya no le mueve formar parte de una estructura grande, ellos buscan hacer lo suyo, el tener su propia actividad y seguir su pasión.
“Por otro lado, el propio entorno económico, la falta de oportunidades de empleo, no te da de otra opción que tratar de emprender, hacer algo y generar tus propios ingresos.
“Estamos hablando de un volumen de mercado bastante grande y cuando nosotros dijimos 'quiero una rebanandita de este pastel' eso es más que suficiente, aunque obviamente no es sencillo”, dice Luis sobre el potencial de éxito para IF.
Sin embargo, penetrar de lleno este mercado tiene retos que son considerables, según explica. Los emprendedores no dimensionan la importancia de la planeación financiera y aún desconfían de los bots para la toma de decisiones, los cuales hasta son relacionados con virus.
“La adopción de la tecnológica es compleja. A pesar de esa situación creo que (la plataforma) ha tenido una muy buena aceptación en México. Estamos hablando de más de dos mil usuarios, considerando que todo este crecimiento ha sido muy orgánico”, detalló.
Al momento, IF sólo opera en México y ha iniciado pruebas en Colombia. El plan en el corto plazo, explica, es llevarla a otros países con una rápida absorción tecnológica como la India, mediante su versión en inglés.
Luis y sus socios también están buscando forjar alianzas principalmente con empresas del sector fintech para ofrecer créditos a los emprendedores si así lo desean, y de esta manera, monetizar aún más a la plataforma.
“Estamos viviendo esta cuarta revolución industrial que es la de la automatización, en donde se puede atender cualquier sector, cualquier industria, y obviamente a las pymes, este mercado tan grande y tan valioso.
“El análisis de riesgo que hicimos al iniciar se basó muchísimo en apostarle al proyecto, a la disrupción que implicaba generar un bot de esta naturaleza y apostarle 100 por ciento a lo que creíamos de él, sabiendo lo que nos iba a costar, sobretodo de sacrificios”.