La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) considera “impredecible” el flujo de pasajeros que podría atender el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía (AISL) en su primera etapa, ya que esto dependerá de que a las aerolíneas y a los pasajeros les resulte atractivo trasladarse a esa terminal.
De acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) elaborada por la Sedena y el Instituto de Ingeniería de la UNAM, la terminal aérea tendrá capacidad para atender a 18 millones de pasajeros anuales en su primera etapa, a partir de 2021, pero el mismo documento advierte que la cifra está en duda.
“Aun cuando el Proyecto del AISL plantea atender una demanda de 18 millones de pasajeros al año y las operaciones relativas de dos aerolíneas para iniciar operaciones en 2021, es impredecible suponer alguno de dos escenarios potenciales extremos que se podrían presentar, los cuales dependen de la decisión de las aerolíneas que darían servicio en el aeropuerto proyectado”, indica la MIA.
Dichos escenarios, señala el documento, son que se cumpla con el objetivo de usuarios siempre que el proyecto se vuelva atractivo y cumpla con las expectativas planteadas o bien, que ni a las aerolíneas ni a los pasajeros les parezca atractivo trasladarse hasta la nueva terminal.
La Sedena reconoce la posible incompatibilidad en el funcionamiento del AISL y las perspectivas de servicio de las aerolíneas a los pasajeros, como ocurrió en el Aeropuerto Internacional de Toluca, cuando Interjet y Volaris, que iban a utilizar esa terminal como hub, decidieron trasladar sus operaciones al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) tras la quiebra de Mexicana de Aviación.
La Sedena agregó que en caso de que se materialice un escenario que atraiga a las empresas aéreas a establecerse en Santa Lucía, “se desconoce el flujo de pasajeros que optarán por trasladarse directamente al AISL en vez de tomar la opción del transporte en la interconexión con el AICM”.