Por cada peso que se invierte en el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Forestales (INIFAP), se genera una derrama económica de más de 50 pesos en beneficio de los productores del país. En sus 35 años de vida, ya generó 1,200 variedades para el cultivo de granos básicos, hortalizas, frutales y ornamentales.
Con estas variedades se cultiva el 95% del trigo que se produce en México; el 85% del frijol y el 100% de la soya y el arroz.
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Se estima que en más del 80% de los alimentos que se consumen en el país, intervino el Instituto en algún componente tecnológico como la variedad o su manejo agronómico, afirmó su director general, Luis Ángel Rodríguez del Bosque.
Durante la celebración del trigésimo quinto aniversario de la creación del INIFAP, el titular de Agricultura, Víctor Villalabos, resaltó que su historia es una muestra evidente de todo lo que ha aportado a la agricultura y ganadería de México.
En las últimas décadas, en las que la población mundial alcanzó los 7 mil 600 millones, ha sido posible mantener el balance de alimentos disponibles, mediante la incorporación de nuevas tierras al cultivo y el incremento de la productividad a través de a innovación científica.
Empero, reconoció que en la actualidad ya no es posible incorporar nuevas superficies a la producción de alimentos y se está ante el reto de generalizar prácticas sustentables para que las actividades agrícolas y ganaderas disminuyan su impacto en la producción de gases de efecto invernadero.
La investigación científica e innovación, cobrarán mayor importancia para producir alimentos sustentables, accesibles a todas las personas y al mismo tiempo, reducir el impacto de la agricultura en el calentamiento global.
El director en jefe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Francisco Javier Trujillo, felicitó al INIFAP, por su iniciativa de hacer una reseña analítica del aporte científico al sector Agropecuario.
En el evento virtual, presentó el libro conmemorativo “Aportaciones del INIFAP al campo mexicano en 35 años”.
Citó entre otros logros, el desarrollo de la vacuna contra la fiebre porcina clásica, cuya aplicación a 10 millones de cerdos contribuyó para erradicar del territorio nacional, desde 2009, esta enfermedad y con ello se evitaron pérdidas de al menos 26 mil millones de pesos para los productores de porcinos.
Además, con la tecnología para el control del pulgón amarillo en sorgo, que se aplica en todas las zonas productoras del país, permitió que tan solo los agricultores de Tamaulipas, entre 2014 y 2017 obtuvieran un beneficio de 4 mil 200 millones de pesos. Estos son equivalentes a 35 veces el presupuesto anual del INIFAP.
Se habló de los beneficios en más de 250 mil hectáreas en los estados transfronterizos, con los programas binacionales contra el gusano rosado y picudo del algodón; el control de la broca del café y una mejor producción de maíz bajo condiciones proclives al desarrollo de aflatoxinas.
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