Las aseguradoras que operan como una fintech, las insurtech, se están concentrando en la generación millennial. Estas empresas usan las redes sociales para llegar a ese segmento de la población y mostrarle los beneficios de los seguros de vida, de salud, viaje, auto o de otro tipo.
Álvaro Madrigal, CEO y cofundador de Mi Compa, una insurtech mexicana, comentó que “han desarrollado modelos de negocios y productos que atienden a los mercados que las aseguradoras tradicionales no habían alcanzado”.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021, elaborada por el Inegi, solo 21 por ciento de los mexicanos cuenta con algún tipo de seguro.
De los 17.6 millones que sí tienen esta protección, 7.3 millones son mujeres y 10.3 millones, hombres.
El bajo porcentaje de aseguramiento en México obedece en gran medida a que los seguros son poco accesibles en precio y la mayoría de las personas desconoce términos como las pólizas, rendimientos o tasas de interés, señaló Ramón Martínez, docente de la Escuela Bancaria y Comercial.
“Los seguros se conocen como instrumentos de previsión, pero en nuestro país no existe una cultura de previsión. Por lo general se considera que el seguro es un gasto en lugar de una inversión”, agregó el académico.
El directivo de la fintech Mi Compa, una compañía con sede en León, Guanajuato y enfocada en el segmento de seguro para automóviles, detalló que en su caso buscan agilizar los procesos de cotización y de papeleo.
“Todo el proceso de cotización y contratación ocurre en las redes sociales, y se conecta automáticamente con nuestro sistema central, donde se transmite la información a las aseguradoras, agilizando los procesos de comunicación con el cliente en todo momento”, aseguró.
Respecto a los costos, Álvaro Madrigal mencionó que el seguro promedio en México el año pasado superó los ocho mil pesos, es decir, unos 666 pesos mensuales.
En el caso de Mi Compa no precisó el costo promedio, pero señaló que su producto más económico es de 149 pesos al mes.
IR A LA SEGURA
En Latinoamérica, las insurtech operan bajo dos modelos. Por un lado están aquellas que crean, distribuyen y ofrecen sus propios productos en plataformas digitales. Otras, en cambio, ofrecen y comparan productos de aseguradoras tradicionales.
En México, este tipo de distribuidores digitales de productos financieros están regulados por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), ya que trabajan con aseguradoras para ofrecer sus productos.
Mi Compa ofrece a sus clientes la adquisición de seguros través de un chatbot que cotiza, vende, cobra, emite pólizas y da seguimiento a cada solicitud.
En caso de que surja algún problema con servicios como Mi Compa, los usuarios pueden acudir a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), el organismo encargado de defender ante posibles malos servicios, o inconformidad con los productos.
Esta institución recomienda a los interesados que antes de adquirir un servicio a través de estas plataformas se aseguren de que la empresa tiene una buena reputación, que las condiciones del seguro sean públicas y claras, y que además cuente con mecanismos de soporte y apoyo accesibles.,
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El docente de la Escuela Bancaria y Comercial sugirió siempre prestar atención a las cláusulas pequeñas. “Hay que tener mucho cuidado porque en el momento de que una persona se encuentra frente a una situación de un siniestro y estos seguros no cumplen la cobertura que esperaba el cliente, pierden credibilidad”.
Agregó que el interesado debe asegurarse de que la insurtech puede cubrir un siniestro y verificar que la empresa tiene la experiencia y los recursos para hacer frente a sus obligaciones.
