La mayoría de los inversionistas nacionales y extranjeros consideran que la economía mexicana está peor que el año pasado, y que en 2020 el panorama no mejorará.
De acuerdo con la Encuesta de Inversionistas de julio de 2019, elaborada por la empresa de servicios financieros Credit Suisse, 93 por ciento de los inversionistas que participaron en el ejercicio estadístico aseguran que la economía está peor que hace 12 meses.
Además, 65 por ciento de ellos, no ven una mejora en 2020, incluso estiman que la actividad productiva seguirá a la baja.
Consultados sobre los factores más importantes que pueden disminuir el retorno de inversiones durante este año, los participantes señalaron como primera preocupación la incertidumbre económica, así como la incertidumbre política, seguida muy de lejos en tercer lugar por la volatilidad financiera internacional.
En este mismo sentido se pronunció Sandra Beltrán, una Assistant Vice President de la calificadora Moody’s, quien señaló que la falta de coherencia en las políticas afecta negativamente la confianza de los inversionistas y la percepción en la economía de México.
Esta situación “perjudica las perspectivas económicas de 2020, teniendo efectos que repercuten en las compañías no financieras del país”, detalló la analista en un comunicado.
“Pronosticamos que el crecimiento real del PIB para México se desacelere a 1.2 por ciento en 2019 y a 1.5 por ciento en 2020, por debajo de dos por ciento registrado en 2018, en medio de una inversión privada persistentemente débil y de tensiones fiscales.
“La preocupación en torno a la política económica ha disminuido el apetito de los inversionistas y la inversión bruta fija se mantiene relativamente estable, pero se ha debilitado, especialmente en términos de inversión extranjera directa”, coincide Sandra Beltrán.
A su vez, Fitch Ratings señaló que el desempeño económico del país, sumado a los bajos ingresos petroleros restringe el marco presupuestario de México para el año entrante.
La calificadora recordó que la Secretaría de Hacienda recortó la proyección de crecimiento a 1.1 por ciento para este año, al tiempo que la economía creció sólo 0.4 por ciento anual en el segundo trimestre.