La 5ª. Edición de los LafargeHolcim Awards otorgará USD 330,000 en premios para los proyectos de diseño y construcción sustentables más destacados en la región de Latinoamérica, en la que México aspira a ganar el primer lugar.
Los arquitectos e investigadores mexicanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Loreta Castro Reguera y Manuel Perló Cohen, obtuvieron el primer lugar en la final de la región Latinoamérica de la 5ª edición de los LafargeHolcimAwards, el concurso de proyectos de construcción sustentable más relevante a nivel mundial, celebrada en la ciudad de San José, Costa Rica.
El proyecto ganador del “LafargeHolcim de Oro 2017” se denomina “Parque Hídrico Quebradora” y se trata de un complejo para la retención y el tratamiento de agua en Santa Catarina, en la delegación Iztapalapa, una de las zonas con mayor carencia de este líquido en la Ciudad de México. Integra edificios públicos y áreas verdes, lo que fortalecerá el tejido social y contribuirá a la retención y tratamiento de agua residual. Los ganadores se hicieron acreedores a un premio de USD 100,000.
El Parque Hídrico Quebradora, “se presta igual atención a los aspectos técnicos del manejo del agua, como al uso social del espacio público, a los aspectos económicos de la construcción y al mantenimiento a largo plazo”, manifestó Sarah Nichols, representante del Comité Académico de la Fundación LafargeHolcim y miembro del jurado.
El proyecto “Parque Hídrico Quebradora” concursará, al igual que el segundo y tercer lugar de la final regional de Latinoamérica, en la final mundial del 5º, Ciclo de los LafargeHolcim Arwards que se llevará a cabo en marzo de 2018, junto con los tres ganadores de otras cuatro regiones del mundo: Europa, Norteamérica, África-Medio Oriente y Asia Pacífico.
El agua fue el tema rector en los proyectos presentados para los LafargeHolcim Awards en la región Latinoamérica. Ya sea en relación con aguas residuales, agua potable, o el agua de las mareas, muchos de los proyectos que resultaron ganadores presentaron propuestas innovadoras y en algunos casos sorprendentes referidas a diferentes formas de controlar el uso de este precioso recurso en la región.
Este concurso, organizado por LafargeHolcim Foundation for Sustainable Construction Awards, va más allá de premiar a edificios estéticamente atractivos. Se destaca como la competencia de diseño sustentable más importante del mundo. Las normas de esta competencia por 2 millones de dólares son tan exigentes como el fin mismo de la sustentabilidad. Los proyectos que participan deben de integrar diseños que superen los estándares actuals y exhibir respuestas sustentables a los problemas tecnológicos, ambientales, socioeconómicos y culturales que afectan el mundo de la construcción contemporánea, con soluciones visionarias, nuevas, y distintas a las formas de construir.
El quinto ciclo de la competencia atrajo más de 5,000 propuestas presentadas por autores de 121 países. 3,606 de esas propuestas fueron consideradas válidas, y más de la mitad superó la etapa de pre-selección. 763 proyectos latinoamericanos fueron revisados por el jurado del concurso designado para la región, encabezado por el arquitecto brasileño Angelo Bucci.
El creciente interés de arquitectos, ingenieros, planificadores y desarrolladores urbanos prueba que la sustentabilidad se ha asimilado al “sentido común” en la industria de la construcción.
El “LafargeHolcim Award de Plata” fue para la Mexicana radicada en Brasil Sol Camacho Davalos y el brasileño Jonathan Franklin por su proyecto “Centro vecinal en Paraisópolis”, en San Pablo, Brasil, el cual propone una mejora duradera para la favela de Paraisópolis, en el área metropolitana de dicha ciudad. Este centro vecinal abarca tres edificios e incluye una escuela de danza, un auditorio y espacios comerciales, principalmente.
El “LafargeHolcim Award de Bronce” correspondió a Eva Pfannes y Sylvain Hartenberg de Rotterdam, Holanda, quienes con su proyecto “Sistema sanitario en comunidades informales” de Río de Janeiro, Brasil, desarrollaron un sistema eficiente de manejo del agua para las favelas en dicha ciudad. En la propuesta se recoge el agua de lluvia y se introducen humedales y tanques sépticos para su filtración. Una parte clave del concepto integrador es la participación pública en el proceso de desarrollo.