La empresa WeWork que brinda servicios de coworking, se declaró en bancarrota este lunes luego de que su cotización en Wall Street se detuviera.
En la página web de la Bolsa de Nueva York se puede observar cómo la cotización de WeWork fue suspendida con el motivo "noticias pendientes".
Te podría interesar: De la gloria a la quiebra: los emprendedores que cambiarían al mundo, pero fueron un fraude
"WeWork solicita la posibilidad de rescindir los contratos de arrendamiento de determinados locales, que en su mayoría no están operativos y todos los afectados han sido avisados con antelación", dijo la empresa estadounidense en un comunicado.
Del mismo modo, WeWork explicó que firmó un acuerdo de reestructuración con para reducir drásticamente la deuda financiada existente de la compañía.
"Durante este período, WeWork racionalizará aún más su cartera de arrendamiento de oficinas comerciales mientras se concentra en la continuidad del negocio y brindará los mejores servicios a sus miembros, ya que se espera que las operaciones globales continúen", añadió.
Durante los últimos días se habían generado informaciones de una posible bancarrota. El periódico The Wall Street Journal publicó el pasado martes que la empresa planeaba declararse en bancarrota esta misma semana, tras lo cual las acciones de la compañía cayeron un 46 por ciento.
Al cerrar la cotización el viernes WeWork se encontraba en un mínimo de 82 centavos por acción.
Según The Wall Street Journal, la empresa debe unos 10 mil millones de dólares por alquiler de espacios hasta 2027 y, desde que se fundó en 2010, ha perdido unos 16 mil millones de dólares.
Ha sido una caída espectacular para una "start-up" que llegó a valorarse en 47 mil millones de dólares. Tras su salida a bolsa, en octubre de 2021, sus acciones se situaron en casi 600 dólares por título.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Según The New York Times, el impacto de su bancarrota sería devastador para los propietarios de edificios en ciudades como Nueva York o Londres, muchos de los cuales ya aceptaron reducir el dinero que le cobran a la empresa para mantenerla a flote, y para los que la pandemia y el aumento del teletrabajo han supuesto un duro golpe.
Con información de EFE