México tiene condiciones económicas sólidas en el mediano y largo plazos para garantizar que los proyectos productivos que se hagan en el país están seguros, pues la confianza del consumidor está en niveles “abrumadores” y sólo falta empezar a invertir y que el gobierno cumpla con esas expectativas, aseguró Ernesto Torres Cantú, director general de Citibanamex.
Además de la confianza del consumidor, el banquero destacó la disciplina financiera impuesta desde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
¿Qué les preocupa más a los inversionistas que se acercan con ustedes, los datos duros o la personalidad del Presidente de México?
Hay datos muy duros respecto de la confianza del consumidor, donde son abrumadores respecto de lo que se espera de México.
Esos, si bien son datos de la confianza del consumidor, una buena parte de esos consumidores también son empresarios. Entonces, sería raro que opinaran muy bien de la parte del consumidor y mal de la parte… ¿sí me explico?
La confianza ahí está. Esperamos que se cumplan esas expectativas. Para que eso suceda, la economía es dos terceras partes el gasto del consumidor y el resto es la inversión pública y privada.
La inversión pública, como todos sabemos, en un año de nueva administración, siempre hay una disminución, pero que esa dure lo menos posible.
Del lado de la iniciativa privada, habemos muchos que, como nosotros, seguimos invirtiendo. Y hay otros -la inversión privada ya había bajado hace algunos años- que seguramente estarán haciendo planes para ver cuándo se reactivan o por qué razón. A todos ellos, nuestra recomendación es muy simple: Nosotros cumplimos este año 135 años en México, y en todo esto hemos pasado por todo tipo de épocas en el país. Y en todas estas épocas siempre hemos mantenido una visión de mediano y largo plazo, no una cuestión coyuntural.
¿El resultado de la inversión privada se contrajo 1.6 por ciento en un año, según datos del Inegi, esto es coyuntural?
No es tendencia. Lleva baja la inversión privada un tiempo. Es importante que empecemos a ver las fortalezas de mediano y largo plazos del país y actuar en consecuencia.
¿No hay riesgo de que se descuiden las finanzas públicas por ayudar a Pemex?
No. El problema es que cuando hay dinero que se utiliza en Pemex se deja de utilizar en otro lado.
Ese sí es un tema, porque en lugar de usarse para construir otras cosas o en desarrollo social, se dedican a Pemex, porque no es autosuficiente.
¿Por qué parto de esa base? Precisamente por lo que ha dicho el Presidente y el secretario de Hacienda de que no se va a gastar más de lo que se ingrese.
Entonces si no se va a gastar más de lo que se ingrese, pues nada más hay 100 pesos, y si de esos 100 pesos una parte se usa para Pemex, pues, otra vez, se dejan de utilizar para otras cosas que son muy importantes para el país.
En términos macroeconómicos no me preocupa, porque se va a mantener la disciplina fiscal, pero en términos de la vida de todos nosotros, si se logra esa sustentabilidad de Pemex, tendremos más dinero para otras cosas que hacen mucha falta.
¿Qué mensaje manda que el Presidente de México contradiga a la Secretaría de Hacienda, como ocurrió con la refinería de Dos Bocas?
Es más importante el tema de si tenemos o no sustentabilidad en Pemex. Si es o no sustentable. Si Pemex es sustentable y quiere invertir en una refinería, porque el proyecto da y es rentable, pues que invierta en la refinería.
El problema es que si no tienes el dinero para hacer eso, el dinero va a venir de otro lado, donde lo necesitamos más como país.
La pregunta más importante para mí es ver el plan de negocios de Pemex, en cuánto tiempo llega a ser sustentable y puede hacer las inversiones que necesita hacer para mantener esa sustentabilidad. Esa es la pregunta que necesitamos contestar cuando se presente el plan de negocios de Petróleos Mexicanos.
¿De los nueve millones de clientes bancarios que pueden surgir con la dispersión de programas sociales cuántos quieren tener ustedes?
Cincuenta millones más. Todo el país. Ya. Quiero que se bancarice todo México y sí se puede hacer y lo podemos hacer en esta administración, estoy absolutamente convencido.
¿A través de qué instrumentos?
El Cobro Digital (CoDi) que ya se anunció, que no va a costar dinero, ligado a cuentas de captación de débito, que están en el celular, que dentro de ciertos rangos y si esa es la cuenta que escoge el cliente, tampoco cuesta.
Entonces, no puede ser más fácil realizar los pagos y sin costo y en todo el país.
Ahí tenemos la tecnología, no hay razón para que no lo hagamos.
¿Qué tantos empleos les va a costar la implementación de la tecnología? ¿Va a haber recortes en el banco?
No, para nada. Hay cambios de chambas, de perfiles.
Si podemos lograr que no haya efectivo en la economía, pues ya no necesitas tantas sucursales transaccionales.
La sucursal la vamos a dejar, porque la sucursal lo que hace es dar asesoría a nuestros clientes, no nada más recibir pagos. Y esa parte de la asesoría va a ser cada vez más importante.
Entonces lo que va a pasar en el banco, como ya lo ha habido, son cambios de perfiles.
Y ese reinventarte en tu carrera, por cierto, yo creo que eso va a pasar en todas las industrias y a todas las personas y nos vamos a tener que reinventar varias veces en nuestra vida profesional.
¿Habrá más competencia?
¡Híjole, pues ya hay un chorro, caray! Creo que va a continuar y puede seguir subiendo, pero es uno de los sectores más competidos de la economía.
¿Qué esperas de la nueva presidencia en la ABM?
Tenemos muchas cosas en común. Puedes tener diferentes mercados objetivos en algunas cosas, pero eres un banco. Entonces, hay que mantener liquidez, hay que mantener capital, hay que seguir todas las reglas de lavado de dinero. Todo es lo mismo, igualito.
En eso coincidimos absolutamente, por esa razón no espero ningún cambio relevante.
Además, yo también estoy en la mesa directiva de la Asociación de Bancos de México.
Al presidente entrante (Luis Niño de Rivera, presidente de Banco Azteca) lo conozco de muchísimos años y es un gran banquero. Entonces vamos a trabajar muy a gusto, buscando los mejores intereses de los clientes de la banca. No de los bancos, de los clientes de la banca.
