Frente a los grandes retos que enfrentará el país, en este 2018 la famosa “cuesta de enero” se extenderá hasta la primera mitad del año, con el riesgo de que el dólar supere los 21 pesos, advierten especialistas.
En este sentido, diversos analistas consultados por El Sol de México, como Ernesto O Farril Santoscoy, presidente de la Comisión de Análisis Económico del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), reconocen que este año no será fácil, ya que la economía estará amenazada por diversos factores que podrían hacerla tropezar, como una eventual salida de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), o una pérdida de competitividad del país ante la reforma fiscal aprobada en la Unión Americana.
“Sigue siendo un año complicado, sobre todo la primera mitad del año porque todavía no tenemos concluido el proceso de renegociación del TLCAN, y hay un escenario de que el presidente Donald Trump pudiera decidir salirse en el primer trimestre, porque aunque el Congreso norteamericano lo frenaría, pero el susto lo puede dar el señor Trump, así como la reforma fiscal en Estados Unidos enfrente”, comentó.
Advirtió también la incertidumbre que podría generar en los mercados el proceso electoral en México, particularmente en un escenario en donde Andrés Manuel López Obrador encabece con holgura las encuestas por la Presidencia de la República.
Por su parte, Jorge Gordillo Arias, director de Análisis Económico de Ci Casa de Bolsa, coincide en que 2018 y particularmente la primera mitad del año no será fácil, por lo que no escatima en sostener que la llamada “cuesta de enero” se extenderá hasta la mitad de año.
Bajo dicho escenario, estima que este año la economía mexicana crecerá 2.40%, es decir, muy lejos del 5% que ofreció el gobierno federal al momento de promover la aprobación del paquete de reformas estructurales a inicios del presente sexenio.
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), considera que el gobierno mexicano deberá implementar una estrategia para blindar a la economía y no heredar el reto a la siguiente administración.
En ese sentido, recordó que existen múltiples opciones que puede llevar a cabo todavía la presente administración como perfeccionar el gasto público, en aras de preservar la estabilidad de las finanzas públicas sin aumentar impuestos, ante los retos que implicó la reforma fiscal aprobada recientemente en Estados Unidos.