La economía de Hong Kong se contrajo por primera vez en una década en 2019, debido a las violentas protestas antigubernamentales y la guerra comercial entre Washington y Pekín.
Pero lo peor está por venir, ya que no hay un final a la vista para las protestas en la ciudad gobernada por China y a eso se suma un brote de coronavirus.
"El coronavirus probablemente mantendrá a la ciudad en recesión por un tiempo más", dijo Martin Rasmussen, economista de Capital Economics en China.
Hong Kong, que suma 15 casos confirmados del virus, ha tomado medidas para reducir el flujo de visitantes de China, donde el número de muertos ha aumentado a 361. Los sectores minorista y turístico de la ciudad dependen en gran medida de quienes llegan de China continental.
La economía se contrajo un 0.4% desestacionalizado en octubre-diciembre respecto al trimestre anterior, frente a una contracción revisada del 3.0% en julio-septiembre. Sobre una base anual, la economía se contrajo un 2.9%, en comparación con una caída revisada del 2.8% en el tercer trimestre.
Para todo 2019, el Producto Interno Bruto real se contrajo un 1.2%, la primera disminución anual desde 2009.
"El coronavirus está acaparando los titulares, pero las protestas no han desaparecido", dijo Iris Pang, economista de ING, que espera que la economía se contraiga un 4.5% este año y regrese a un crecimiento leve en 2021 "si el virus es contenido".
Los analistas de ANZ predijeron un impacto negativo de 1.4 puntos porcentuales en el PIB del primer trimestre de Hong Kong por los efectos del virus, lo que la convierte en la región más afectada en Asia fuera de China continental.
Capital Economics espera que el virus borre 2 puntos porcentuales del crecimiento de Hong Kong en el primer trimestre.
El 2019 fue difícil para Hong Kong por la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo. Pero las protestas han asustado a los turistas y compradores y paralizado el transporte, sacudiendo los pilares clave de crecimiento restantes.
La semana pasada, los restaurantes y centros comerciales estuvieron casi desiertos, y las personas han evitado la exposición innecesaria a grandes multitudes. El personal de muchas grandes empresas trabajan desde sus hogares para protegerse del virus.
En noviembre, según los datos más recientes disponibles, las ventas minoristas cayeron por décimo mes consecutivo en un 23.6% interanual.