La reconciliación económica entre México y España

La nación europea es la segunda inversionista más grande en México, sólo detrás de Estados Unidos

Juan Luis Ramos y Miguel Ángel Ensástigue 

  · sábado 15 de mayo de 2021

Foto: AFP

A lo largo de los años, la relación entre México y España ha sobrevivido a, por lo menos, tres crisis económicas, más de 10 cambios de gobierno y un sinfín de turbulencias políticas y sociales.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía (SE), España ha inyectado 73 mil 426 millones de dólares en el territorio nacional en los últimos 22 años.

Con ello, la llamada “madre patria” es la segunda nación que más capital inyecta a México, sólo detrás de Estados Unidos, al representar 12.1 por ciento de la Inversión Extranjera Directa (IED) captada por el país desde 1999 hasta el año pasado.

Si bien España ha sido un país entrelazado a México los últimos 500 años, la relación se estrechó hace poco más de ocho décadas con el exilio de miles de españoles a tierras mexicanas.

Tras la derrota republicana en la Guerra Civil española, México acogió a unos 25 mil refugiados españoles entre 1939 y 1942, por iniciativa del presidente Lázaro Cárdenas. Desde entonces, el país ibérico fortaleció su presencia social y económica en territorio nacional.

Aquellos años fueron testigos de los intercambios comerciales de oro y otros metales preciosos, además de las primeras relaciones diplomáticas que se entablaron entre ambos gobiernos para forjar las bases de lo que hoy es la economía española en México.

En las últimas dos décadas, la Ciudad de México se ha convertido en el principal destino de las inversiones españolas, con 30.5 por ciento de los recursos captados en dicho periodo.

Foto: Omar Flores | El Sol de México

Le siguen el Estado de México, Querétaro, Jalisco, Veracruz y Guanajuato, que en conjunto han captado 26.8 por ciento de la inversión española de 1999 al cierre de 2020.

México resulta atractivo para España por los lazos culturales, pero también por ser un mercado de 127 millones de potenciales consumidores que, hasta antes de la pandemia, mostraba una demanda en constante aumento.

Las empresas españolas encontraron la oportunidad de crecer y contribuir al desarrollo económico del país en sectores estratégicos como el energético, financiero, telecomunicaciones, infraestructura, servicios, turismo, transportes, medio ambiente, biotecnología, automoción o aeronáutico.


GIGANTES EN MÉXICO

De todos los sectores instalados en el país, el más atractivo para España ha sido el de los servicios financieros y seguros, en donde se ha destinado 41.4 por ciento de la IED proveniente de ese país.

Tanto es el éxito e importancia de estos rubros que, de los 50 bancos que existen en México, al menos dos de ellos encabezan la lista de las seis instituciones más grandes dentro del sistema financiero, conocido como el “grupo de los seis” (G6).

No obstante, también hay otros competidores españoles que, por su tipo de clientes, no figuran dentro de esta pequeña lista. Sin embargo, son un referente en sus naciones de origen.

BBVA y Santander son los bancos que pertenecen al denominado G6. Ambas instituciones concentran 37 por ciento de los créditos que prestan los bancos en el país, que asciende a 5.34 billones de pesos al cierre de marzo de 2021. Esta cifra es casi equivalente al presupuesto del gobierno federal aprobado para este año, que fue de 5.5 billones de pesos.

Santander México se constituyó en 1932 bajo la denominación de Banco Mexicano. A lo largo del tiempo ha hecho distintas alianzas, adquisiciones y fusiones en el sector, que le han permitido consolidar su presencia en el país, según Héctor Grisi Checa, presidente ejecutivo y director general del banco.

“A lo largo de los años nos hemos consolidado como una de las instituciones financieras líderes del país, pero no ha sido fácil: trabajamos mucho en nuestros servicios, en nuestra infraestructura y en la oferta que hacemos, es un lugar que nos hemos ganado”, cuenta el banquero en entrevista con la Organización Editorial Mexicana (OEM).

Uno de los mayores negocios concretados en el país, según Grisi Checa, es el listado del banco en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) en 2012, ya que en su momento fue la colocación accionaria más grande del mercado mexicano, por cuatro mil 88 millones de dólares, y en ese año fue la tercera más grande a nivel mundial.

Santander opera en 10 diferentes mercados, donde México es uno de los más importantes a nivel global. En específico, el país aportó el 11 por ciento del beneficio del grupo en el 2020, ocupando el segundo lugar después de Brasil.

“Si bien somos parte de un grupo global con sede en España, somos un banco con todo el sabor mexicano. Nuestro capital está en México; nuestras inversiones se quedan en el país, y somos parte activa en nuestra comunidad”, agrega Grisi Checa.

Otro de los bancos que también cobra relevancia dentro del sistema nacional es Sabadell, que lleva el mismo nombre de una ciudad dentro de Barcelona. La presencia de Banco Sabadell en México se inició hace más de 20 años. Primero con una red de corresponsales con bancos mexicanos, y posteriormente con la inauguración de su primera oficina de representación en 1991.

Hoy, Banco Sabadell es un jugador relevante en el sistema, pues entre los 50 bancos que hay en el país, ocupan el lugar 15 en captación de dinero, el décimo en crédito a empresas y el décimo primero por el tamaño de su cartera.

Foto: Cuartoscuro

“En los últimos años hemos ajustado nuestra estrategia a un modelo donde tenemos al cliente como eje rector y centro de nuestra toma de decisiones. Esto significa que hemos adoptado un cambio de paradigma con respecto a la banca más tradicional”, comenta Francisco Lira, director general de Banco Sabadell.

En entrevista, el directivo relata que, durante la existencia de Sabadell en el país, uno de los retos más significativos fue 2019, considerado como un año “retador” que estuvo caracterizado por choques externos e internos de manera paralela.

Recuerda que, durante la segunda mitad del año, el crecimiento económico global sufrió una desaceleración ocasionada principalmente por el mal comportamiento de la producción industrial y del comercio mundial. Esto último, ocasionado por las tensiones comerciales generadas y, principalmente, por la guerra de aranceles entre Estados Unidos y China.

“A pesar de este escenario, México continuó siendo un destino atractivo de inversión debido a su gran potencial y resiliencia económica”, puntualiza.

Al preguntarle su opinión respecto a que los bancos españoles dominan el mercado mexicano, Francisco Lira comenta que entre ambos países y sus empresas “más que dominio, existe una colaboración. Existen diferentes incentivos promovidos por ambos gobiernos desde hace mucho tiempo, y España es uno de los países que más invierte en México”.


CAMINO DE DOS VÍAS

Existen roces recientes en la relación de México y España, ante las exigencias del presidente Andrés Manuel López Obrador de una disculpa por la conquista de hace cinco siglos, así como los impactos de la pandemia, la nación ibérica se mantiene como el segundo mayor inversionista en el país.

Sin embargo, las convulsiones que ha padecido el mundo y la situación de México han propiciado que la inversión española sume dos años a la baja.

En el primer año de gobierno de la Cuarta Transformación el capital de empresas españolas inyectado en el país disminuyó 2.5 por ciento respecto a 2018, mientras que al cierre de 2020 la disminución fue de 1.6 por ciento a tasa anual.

No obstante, el interés por parte de las empresas españolas por invertir en México continúa. A mediados de abril, la Cámara Española de Comercio en México (Camescom) y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) se reunieron para analizar el panorama del país para la inversión privada.

En la reunión los representantes empresariales resaltaron la necesidad de contar con certeza jurídica y normativa para seguir atrayendo capital extranjero, y pese a que el CCE recalcó las constantes expresiones del gobierno mexicano en contra de inversionistas extranjeros, entre ellos empresas españolas como Iberdrola, la Camescom refrendó su compromiso para continuar con el fomento y desarrollo de la inversión en México.

Incluso destacaron la importancia de que se ratifique pronto la versión modernizada del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (TLCUEM), con el fin de incluir más sectores y a las pymes en la relación comercial de ambos países.

De acuerdo con Antonio Basagoiti, presidente de la Camescom, el país sigue siendo atractivo para invertir, porque existe un entendimiento entre ambos países, pues hay familias españolas y mexicanas con negocios en estas naciones y que han prosperado a través del tiempo.

Foto: Alejandro Aguilar | El Sol de México

En entrevista con la OEM, Basagoiti dice que otra de las características es la posición geográfica de México, que tiene de vecinos a Estados Unidos y Canadá.

“Estamos ayudando cada vez más a empresas mexicanas que invierten en España; se habla mucho de la inversión española en México, pero cada vez es más notable la inversión mexicana en España”, puntualiza.

El líder empresarial expuso que desde la Camescom han apoyado la llegada de empresas extranjeras a través de enlaces comerciales, como la realización de inspecciones de mercado, normas y regulaciones mexicanas, así como también presentando socios locales para sus proyectos.

Para 2021, según Basagoiti, llegarán nuevas empresas españolas de logística y, probablemente, nuevas empresas de desarrollo tecnológico y comercio electrónico. Sin embargo, reconoció que existe una preocupación por parte de las firmas energéticas.

“La posición de las empresas españolas en México es de largo plazo, No nos movemos por un gobierno o político. Decimos que el país podría recibir mucha mayor inversión si en estos momentos apreciara la seguridad jurídica, a través de las reglas, y valorara las inversiones”, puntualiza.


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